Día de bastante calor hoy en Sitges. Pero nosotros, en lugar de ir a la playa a refrescarnos, lo disfrutamos de la mejor manera que conocemos: trasladándonos al cine Retiro para tomar nuestra dosis diaria de cinefilia. Comenzamos comentando Thelma, nueva película del realizador noruego Joachim Trier (responsable de dramas como Más fuerte que las bombas u Oslo, 31 de agosto), que en esta ocasión, se sale de su zona de confort para adentrarse en el terreno de lo fantástico. Su nuevo filme narra la historia de una joven que cuando entra en la universidad y conoce a una joven por la que se siente atraída, comienza a sufrir una serie de ataques que, en principio, cree que son causa de una epilepsia latente. Poco a poco, irá descubriendo que posee un extraño poder desde pequeña y que estos ataques no son más que intentonas para reprimir sus instintos más primaros. Cinta que avanza con ritmo pausado, pero que funciona bastante bien. El tono fantástico sirve a Trier como excusa para realizar una crítica a la férrea educación religiosa de algunas familias en el país nórdico y al control de algunos padres sobre la orientación sexual de sus hijos. Pese a sus buenas intenciones y su impecable factura, quizá peque de regodearse en algunas ocasiones en el terreno de lo más escabroso (hay una escena con un bebé en un lago helado, bastante gratuita). Aun así, se agradecen apuestas arriesgadas y diferentes dentro del género en la actualidad.
La factoría Blumhouse sigue con su exitosa fórmula de entregar al público productos de pocos recursos, pero más o menos efectivos. Tras los exitazos de Déjame salir y Múltiple, nos llega ahora la nueva producción de la compañía: Stephanie. Estamos, curiosamente, ante una cinta de terror/suspense dirigida por el realizador (Cuento de invierno), guionista (Batman y Robin) y productor (Soy leyenda) Akiva Goldsman. El filme nos cuenta la historia de una niña que, aparentemente, vive sola y sufre los ataques de algún tipo de ente sobrenatural. Poco a poco el largometraje irá desvelando diferentes elementos que serán clave en la historia, como que su hermano se encuentra muerto en la cama y que no es una chica huérfana, sino que sus padres han huido de la casa escapando de algo que desconocemos. Como siempre, en este tipo de producciones cuanto menos desvelemos, mejor. El problema es que Goldsman no tiene el talento de Shyamalan o de Jordan Peele a la hora de mantener el pulso narrativo, y la cinta padece de grandes altibajos a lo largo de su desarrollo. Comienza generando muy poco interés y, aunque algunos momentos de tensión mejoran un arranque titubeante, la cinta se queda en muy poca cosa. Es encomiable que Jason Blum y los suyos sigan empeñados en hacer productos de escasos recursos y venderlos como potenciales 'blockbusters', pero a veces esa fórmula funciona y otras veces (como en ésta) no tanto. Mención aparte, merece la labor interpretativa de la joven Shree Crooks en el su primer papel de importancia, dando como resultado una reseñable ‘performance’ que seguro que dará que hablar entre los círculos de los fans del género.
Cerramos con la inclasificable Dhogs del director Andrés Goteira. El realizador gallego, que presenta su ópera prima en la Sección Oficial a concurso, acudió al Festival para presentar a su criatura ante un público que abarrotaba la sala del Retiro. Estamos ante una cinta autoral cien por cien, con muy bajo presupuesto y rodada en gallego, que algunos ya se han aventurado a comparar con el cine de Michael Haneke. Yo más bien, situaría a Goteira cerca de cineastas como el holandés Alex Van Warmerdam o del francés Leos Carax, por el espíritu gamberro que impregna su cinta. Goteira juega con el espectador en una cinta, que comienza de manera muy convencional, pero que poco a poco va metiendo al público en un curioso ejercicio de metacine que en ocasiones provoca incredulidad (la escena del taxista cortando carne es impagable) o incluso animadversión (la violación por parte de un Miguel de Lira, cubierto con una máscara de conejo, es bastante desagradable). Al final, como en todo juego que se precie, uno puede entrar o no, pero lo que es seguro es que Dhogs es una bocanada de aire fresco dentro del panorama nacional y que nos descubre a un nuevo talento en ciernes, que seguro que nos dará muchas sorpresas en los años venideros.
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