Tras finalizar su trilogía compuesta por Nueva vida en New York, Las muñecas rusas y Una casa de locos, Cédric Klapisch regresa este viernes 27 de octubre a los cines españoles con una nueva y renovada historia familiar de tres hermanos. En Nuestra vida en la Borgoña encontraremos mucho vino, pero sobre todo una gran y arraigada tradición familiar. Un drama con tintes de comedia, algo a lo que estamos muy acostumbrados a ver en todas las películas de Klaplisch. Pasiones, secretos y el paso del tiempo irán entrelazados durante toda la película con la pintoresca tradición vinícola de la Borgoña.
Han pasado cuatro años desde 'Nueva vida en Nueva York'. ¿Por qué esta espera?
Entretanto he estado haciendo en Francia una serie de televisión llamada Dix Pour Cent. Se estrena en Netflix, aunque no sé si ha llegado a España -todavía no. Sencillamente me ha llevado dos años hacer la serie y ha tenido mucho éxito. Eso ha sido lo que ha pasado durante ese tiempo.
La industria pide cine más comercial. ¿Es difícil ser fiel a lo que quiere contar como director?
Al plantearme esta película, había muchas cosas que no eran comerciales. Y, evidentemente, yo quiero que mucha gente vaya a ver la película. Entonces me doy cuenta de que hay que entablar una serie de diálogo con el público constantemente. Debe haber una tentativa por acercarse a él. No hacer cosas demasiado comerciales pero, al mismo tiempo, darme cuenta de la responsabilidad como director. Y, dentro de ese diálogo, luchar contra el lado que puede ser demasiado comercial, pero haciendo algo que resulte atractivo. El problema de siempre es: "¿Cine europeo o cine americano?". Si todas las películas son Harry Potter y Piratas del Caribe, todo se convierte en algo monótono y triste. Cuando hablo de la responsabilidad de los directores, me refiero a que entonces es necesario que Almodóvar haga películas estrambóticas como él sabe hacer y que yo haga películas extrañas como solo yo sé hacer. A eso me refiero.
Plataformas como Netflix y HBO, ¿son herramientas para potenciar el cine europeo?
Creo que lo dices puede ser cierto en cuanto a las series de televisión y, de hecho, lo he visto con la serie que he sacado en Francia de Dix Pour Cent. La difusión que ha tenido ha sido realmente extraordinaria. Para las películas no estoy tan seguro. Creo que Europa debería tener un equivalente a Netflix. Darnos a nosotros mismos las herramientas. Pero desde Europa, para alcanzar esos niveles de difusión. No ser un Netflix europeo, sino algo propio de Europa que sea como Netflix. Hablando de eso, he participado en la creación de un sitio web, LaCinetek, que se centra en películas clásicas de hace más de 15 años. Hay realizadores que cada mes incluyen a esa plataforma lo que para ellos son las 50 películas más importantes, pero solo funciona en Francia. Mi idea es que cada mes realizadores de todo el mundo lo hagan. Puede ser una manera muy importante de contribuir a la difusión desde el cine. Desde España puedes ver el listado de películas, pero no verlas 'online'. Por eso estamos intentando abrir la web aquí.
Toda obra tiene de su autor. ¿Cuánto tiene de usted esta historia?
Siempre desde Una casa de locos me hacen esa pregunta. La gente piensa que siempre hay transposición de cosas personales. Lo que sí que puedo decir es que se utilizan cosas personales para fabricar una historia pero que no son propias de mí. No soy yo. Yo vivo en París y no sé nada de vino. Pero sí hay rasgos de un conflicto familiar que he tenido con mi padre y que llevo a la película. Muy a menudo, creo que esa clase de conflictos existe por todo el mundo. Yo he intentado resolver ese conflicto de otra manera. En la película, Jean se ve que tiene esas lesiones o heridas de la difícil relación con su padre y él las arregla a su manera. Y yo, a través de la película, intento afrontar ese conflicto a mi manera también.
¿Cómo ha sido integrar la cultura vinícola de la Borgoña? ¿Comparar el vino con los hermanos?
Bebiendo mucho vino (Risas). Cuanto más se bebe, más se aclaran las cosas. Yo me decía: "Esta película será una película lograda si llego a un momento en que cuando bebo un vaso de vino llego a ser consciente y a comprender todo lo que lleva el vino, todos los componentes. Si llego a entedner la historia de la misma manera, entonces tendré una pelicula lograda". Eso es lo misterioso del cine: tiene historias familiares, el trabajo de la gente, el gusto, el sabor... Como el vino. Y todo eso se cristaliza en la película.
¿Cómo ha sido integrar a María Valverde en el reparto y por qué ella?
Buscaba una actriz francesa porque, en su viaje, Jean va a conocer a una mujer. Pero me pareció que sería más interesante si se enamorara de una mujer extranjera y, en el momento, dije una mujer inglesa o australiana. Pero entonces empecé a ver varias actrices que no eran inglesas, entre ellas María Valverde. Había visto pequeños trabajos de ella en películas y me pareció que tenía una fuerza visual extraordinaria; no sólo porque fuera una mujer muy guapa, sino porque en la película se tiene que dar a entender que el papel de María es una mujer fuerte, que manda en su negocio y es independiente. Y no de una manera fría, porque también es una mujer enamorada. María tiene ese lado sensual y cálido, pero también tiene un lado de mujer con carácter. Sabía que iba a ser muy difícil llegar al final de la película, donde los hermanos están muy consolidados, para integrar en el trío a un personaje que deje su huella. Me pareció que María sí podía conseguirlo, y creo que lo hace.
¿Se fomentan las oportunidades a nuevos talentos o aún queda un largo camino por recorrer?
El mercado te impone trabajar con ciertas estrellas. Otra vez volvemos a la responsabilidad del director de descubrir al público nuevos talentos y nuevos actores. Y creo que para ellos también es importante. Puedo abrirles nuevas puertas sl tener cierta notoriedad como director.
¿Se ha planteado tratar un género diferente al de la comedia? ¿Un 'thriller', quizá?
No. (Risas). No puedo abarcarlo todo. Es un género que tampoco me gusta demasiado. La película que querría hacer es una comedia. Tengo la sensación de que nunca he hecho una verdadera comedia. [Mis películas] son películas divertidas, pero no están hechas para hacer reír. Me gustaría hacer una comedia sólo con la intención de que la gente se ría, y espero tener la capacidad de hacerlo algún día.