Esquivo, camaleónico y siempre genial... Es probable que Joaquin Phoenix sea el mejor actor de su generación: su carrera no ha hecho más que crecer y de qué manera desde que debutara con apenas 8 años en la cinta S.O.S. Equipo Azul. Antes de que lo veamos en The Sisters Brothers, lo último de Jacques Audiard, un western junto a John C. Reilly, o en el papel de Jesucristo en María Magdalena, de Garth Davis y junto a Rooney Mara, estrena ahora En realidad, nunca estuviste aquí y aprovechamos para repasar sus mejores papeles.
'En realidad, nunca estuviste aquí' (Lynne Ramsay, 2017)
Premio a la Mejor actuación masculina en el último Cannes, Phoenix interpreta en la película de Lynne Ramsay a Joe, un mercenario que se gana la vida rescatando a menores de edad de las fauces de raptores pederastas. Con unos cuantos kilos de más para la ocasión, el intérprete se transforma en este trabajo de Ramsay en una suerte de héroe melvilliano (silencioso, paciente y de honor intachable) del siglo XXI, un samurai neoyorquino y traumatizado en la que que a todas luces es una de las mejores interpretaciones de su carrera.
'The Master' (Paul Thomas Anderson, 2012)
La fábula de Paul Thomas Anderson sobre el fundador de una secta religiosa reunió a tres grandes de la interpretación: Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Joaquin Phoenix, este último en el rol del irrascible e incontrolable ex soldado Freddie Quell, un papel que casaba a la perfección con la imagen taciturna que gasta el actor. Phoenix ha repetido con PTA interpretando a Doc Sportello, el protagonista de Puro Vicio (2015).
'Two Lovers' (James Gray, 2008)
James Gray es el director que más ha sabido exprimir las distintas facetas interpretativas de Joaquin Phoenix y ha trabajado con el actor nacido en Puerto Rico en hasta cuatro ocasiones: La otra cara del crimen (2000), La noche es nuestra (2007), Two Lovers y El sueño de Ellis (2013). Aquí Phoenix nos descubrió su perfil más vulnerable y romántico interpretando a Leonard Kraditor, un joven enamorado de dos mujeres, una rubia y otra morena. Una película a reivindicar.
'Gladiator' (Ridley Scott, 2000)
Gladiator no sólo es un hito en el neo-peplum por la estupenda interpretación de Russell Crowe (su sentencia "Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejercitos del norte... " forma ya parte de la historia del cine), sino por el archienemigo del héroe, el emperador Cómodo, en una interpretación de Phoenix que le valió su primera nominación al Oscar. Un villano viperino que le proporcionó, asimismo, fama mundial.
'Todo por un sueño' (Gus Van Sant, 1995)
Jimmy Emmet es un adolescente fascinado por la presentadora de televisión (y seductora) Suzanne Stone (Nicole Kidman) en este trabajo de Gus Van Sant que supuso para Phoenix su primer gran papel en el cine hace ya más de 20 años. A pesar de que aquí encarnaba al personaje peor parado de la función, a quien manipulan hasta llegar a derroteros trágicos, el actor demostró esa fisicidad y magnetismo con la cámara que se convertiría en una de sus marcas como intérprete. Pocos son capaces de estar cara a cara con Kidman (en uno de sus roles más intensos, por otra parte) y darle una réplica a la altura.