20 años después de su estreno, Titanic sigue teniendo la importancia que tuvo por aquél entonces. La magnitud de la producción fue tal que detrás de la película hay toda una lista de anécdotas y leyendas urbanas, algunas incluso poco conocidas para los seguidores. El mejor ejemplo es una cena en la que todo el equipo terminó colocado por accidente porque alguien echó polvo de ángel a la sopa de almejas.
Según informa Vice, la última noche de rodaje en Nueva Escocia, todos menos Leonardo DiCaprio y Kate Winslet -que no tenían que rodar ninguna escena en aquél lugar por lo que no viajaron-, hicieron una cena para celebrarlo, incluso James Cameron hizo un brindis especial de final de grabación. El catering sirvió sopa de almejas y, resultó estar tan rica, que la gente se sirvió una segunda y tercera vez antes de volver a trabajar. Lo malo llegó después, cuando todos se dieron cuenta de que habían tomado algo raro.
Dicho medio ha entrevistado a Marilyn McAvoy, artista responsable, entre otras cosas, de pintar los dibujos de 'chicas francesas' del libro de Jack. La propia McAvoy dice que los problemas comenzaron después de comer:
Unos 30 minutos después comencé a notar que algo iba mal. Todo el mundo parecía confundido. Todo el mundo tenía problemas para hacer su trabajo. [...] Necesitaba material que estaba escaleras arriba y otro equipamento que se encontraba en otro lado. Recuerdo simplemente andar tratando de encontrar el mejor modo de coger lo necesario. Todo estaba borroso. [...] Luego escuché que, tan pronto como James Cameron se dio cuenta de que habían puesto algo en la sopa, corrió a su habitación y se forzó a vomitar
Podría haber sido una situación grave, por lo que decidieron llamar a ambulancias para que todos fuesen al hospital, aunque no sabían bien qué hacer con los afectados: "Toda la situación era surrealista. En términos de efectos, era como una combinación de estar colocado con marihuana y estar borracho. [...] Era como un sueño".
El panorama en el centro médico tuvo que ser un auténtico espectáculo: "Nos metieron en estos cubículos con cortinas, pero nadie quería quedarse ahí dentro. Todo el mundo salía, saltaba en los cubículos de otras personas. La gente tenía mucha energía. Algunos estaban en las sillas de ruedas, corriendo por los pasillos. ¡Todo el mundo estaba colocado!".
Lo raro es cómo llegó esa droga al catering. McAvoy ha declarado que hubo algunas investigaciones, pero no llegaron a ninguna conclusión oficial. Como suele ocurrir en estos casos, hubo muchos rumores: "Entre el equipo se habló de que había sido un chef descontento que había sido despedido, pero nunca se llegó a nada".
