A veces, un gran director no tiene por qué formarse en una escuela de cine, o empezando a trabajar desde los puestos más bajos de una producción. A veces, basta simplemente con regentar en un videoclub, y apuntalar una cinefilia desaforada. Así es cómo empezó Quentin Tarantino, y llegados a la actualidad, donde dichos establecimientos se están extinguiendo, el director de Knoxville se siente totalmente abatido ante su ausencia.
Tarantino, cuya próxima película será producida -tras una dura dura puja- por Sony Pictures, ha manifestado este dolor a través de The Playlist, además de ser bastante duro con Netflix... mediante la total indiferencia. "No tengo Netflix, así que ni siquiera puedo decir cómo funciona exactamente", confiesa, para a continuación arremeter contra todos los que han acabado con los videoclubs marchándose a plataformas online.
"Incluso si estás suscrito a todos los canales de películas por cable (...), accedes a la guía, bajas por la lista y ves algo o lo grabas y quizá nunca te sientes a verlo, o lo ves y a los veinte minutos empiezas a hacer otra cosa. Hemos caído un poco en esto", afirma apocalípticamente, y volviéndose con tristeza a sus establecimientos preferidos: "Había una naturaleza diferente en el videoclub. Mirabas a tu alrededor, leías las carátulas, tomabas una decisión".
Visto lo visto, no cabe esperar que algún día Tarantino estrene su película a través de una plataforma como Netflix. "En el videoclub alquilabas la película, querías experimentar. Y eso es lo que se ha perdido; se ha perdido el compromiso", concluyó su aserto. Su nueva película, centrada en 1969 y los crímenes de la familia Manson, aún no cuenta con título oficial ni reparto confirmado. ¿Recuerdas el tráiler de Los odiosos ocho?