Entre la multitud de anécdotas que forman parte de la historia de Irlanda destaca una protagonizada por los políticos Ian Paisley y Martin McGuiness en el año 2006. El antiguo líder del Partido de la Unionista Democrático (DUP) y el del Partido Republicano Sinn Féin se vieron obligados a compartir un viaje en coche durante el proceso de paz de Irlanda del Norte. Lo que podría haber sido un paseo insignificante se convirtió en un recorrido que cambió la historia del país por completo en menos de 24 horas.
El director Nick Hamm (The Hole) ha elegido a los ya conocidos Timothy Spall (Philip K. Dick's Electric Dreams, Mr. Turner) y Colm Meaney (A Belfast Story, Un ciudadano ejemplar) para explicar en la gran pantalla lo que pudo haber ocurrido durante el tiempo que ambos compartieron ese automóvil. El Viaje retrata cómo dos archienemigos de la política irlandesa sellaron un acuerdo de paz que sigue pareciendo imposible hoy en día. En Sensacine hemos tenido la oportunidad de hablar con sus protagonistas para descubrir más detalles acerca del largometraje que llega a las salas de cine de España este viernes 8 de diciembre.
El guion de El viaje combina el entretenimiento con datos históricos tanto ficticios como reales. ¿En algún momento sentisteis presión por no saber cómo iban a reaccionar los seguidores de estos políticos o los propios historiadores?
Colm Meaney: Sí, la verdad es que estaba realmente preocupado porque es una historia reciente que provoca sensaciones y sentimientos muy fuertes. A veces el desfase entre los hechos verídicos y la ficción tiene que estar muy marcado, pero en el mundo moderno ese desfase cada vez se hace más pequeño.
Timothy Spall: Mi sensación era la de estar ante un guion maravillosamente bien escrito donde hay elementos de verdad. Uno donde se produce una recreación de los últimos cincuenta años de un conflicto utilizando factores muy distintos. Debes mostrar cómo terminó ese conflicto en una hora y media, por lo que debes enfocarlo de manera que no se convierta en un documental. El arte representa una manera mejor y más precisa de retratar las historias que el documental. Es un ejercicio artístico con un sentimiento mucho mayor y con una conexión mucho más ligada a la verdad. Para mí esta es una novelización, una historia.
¿Tuvisteis la oportunidad de aportar algo al guion o de improvisar en ciertos momentos de la película para dar una mayor credibilidad a vuestros personajes?
C.M: Bueno, no tuvimos muchas oportunidades de improvisar. Como dice Tim, el guion estaba tan bien escrito que creo que todo el mundo, tanto el director como nosotros, pensábamos que la historia se acercaba lo suficiente a la verdad. Uno improvisa para poder mejorar algo; para poder mejorar el texto o hacer que sea más natural. Respecto a eso no teníamos demasiadas inquietudes porque el guion estaba muy bien y cuando empezamos a trabajarlo se produjo de una manera muy natural. En los pocos momentos que tuvimos la oportunidad de improvisar, el director de cámara era muy estricto con que nos mantuviésemos fieles al guion. No quería que parafraseásemos ni que nos desviásemos del tema. Así que nos ceñimos al guion.
T.S: Si parece que hablamos de una manera tan natural en la película es porque lo que intentábamos era parecer seres humanos que pronunciaban frases naturales. Si lo hemos conseguido para nosotros es algo maravilloso.
Cuando los personajes mantienen conversaciones sinceras y profundas, estas siempre se desarrollan dentro de un espacio abierto. Sin embargo, cuando hablan de trivialidades o no terminan de conectar, siempre lo hacen encerrados dentro del coche. ¿Qué creéis que intentaba expresar Nick Hamn con este simbolismo?
C.M: Es una observación muy interesante. Creo que Nick no fue consciente de eso porque no nos lo comunicó verbalmente. Yo tampoco fui consciente. Pensaba que tanto dentro como fuera del coche se hablaba de todos los temas y que había humor y momentos consecuentes… El deshielo entre los dos comienza dentro del coche a través de conversaciones triviales; hablamos del teléfono móvil, del tiempo, del matrimonio… Cosas que se consideran tópicos. Típicas conversaciones con las que la gente rompe el hielo. Esto sirve como una herramienta por parte de Martin McGuiness (Meaney) e Ian Paisley (Spall) no quiere saber nada de eso, aunque no puede resistirse porque así se produce una conexión humana entre ellos. Es una vía hacía el humor, lo que abre la puerta hacia temas más profundos y más amplios.
Freddie Highmore interpreta a un joven que tiene en sus manos el deber de convencer a dos grandes políticos de que firmen la paz. ¿El haber usado a un actor tan reconocido en la actualidad podría ser considerado como una llamada de atención o de identificación con los jóvenes de hoy en día?
T.S: Si funcionase a ese nivel sería perfecto. La empresa artística no solo trata de reflejar los hechos. Si esta película sirviese para estimular la imaginación y producir una chispa en la mente de los jóvenes estaría muy bien.
A su vez, John Hurt repite en la película frases como "ahora es el momento indicado" y da instrucciones a Highmore. ¿Podría servir este tipo de frases de aliento como un mensaje de esperanza para otros políticos en la actualidad? ¿Y en cuanto al terrorismo?
C.M: No estoy seguro de que exista una hoja de ruta para los políticos, pero desde luego hay un mensaje de inspiración en esta película. El hecho de que esos dos hombres provengan de horizontes tan distintos y se acerquen es maravilloso. Yo crecí siendo muy consciente de quiénes eran esos personajes. Cuando vi que se hacían amigos me pareció asombroso. Entonces, si ellos dos pueden unirse a través de la negociación significa que la resolución de los conflictos más complejos es posible, incluso en las circunstancias más difíciles. No ha habido dos figuras más alejadas que estas dos. El viaje manda el mensaje de que se puede hacer y tiene que hacerse.
T.S: Cuando la película se estrenó en Nueva York, Estados Unidos, acudió una organización llamada Search for Common Ground (SFCG) cuyo objetivo es resolver conflictos. Ellos piensan que buscar un objetivo común es uno de los mayores exponentes de su filosofía. Pasamos mucho tiempo con ellos y con gente interesada en esto. Si un grupo como ese piensa que esta cinta es interesante, este largometraje es mucho más grande que una obra de entretenimiento.