Tras despedirse este año de Lobezno con Logan, Hugh Jackman regresa al género musical, que le valió una nominación a los Oscar por su participación en Los Miserables, pues el próximo 29 de diciembre llega a los cines españoles El gran showman, una película sobre el visionario P.T. Barnum que él mismo protagoniza y que ha presentado en Madrid.
Me siento más libre cantando sobre un escenario que en el estudio. Odio escuchar mi voz y la sensación de autoconsciencia.
"Llevábamos siete años trabajando en este proyecto", explica, "es anterior a La La Land, por lo que era difícil que se interesaran por un musical en Hollywood", asegura el actor australiano, que ha reconocido que ha sido un reto dar vida al personaje principal, pues "odiaba" escuchar su voz en estudio. "Me siento mucho más cómodo cantando en vivo en un escenario, puedo ser más libre en lugar de sentir esa autoconsciencia", reconoce, antes de aclarar que es un gran amigo y admirador de los compositores Benj Pasek y Justin Paul, ganadores del Oscar por su colaboración en La La Land, y del debutante director, Michael Gracey, un conocido publicista de Australia en quién confiaba plenamente para encargarse de este proyecto.
Como buen apasionado de los musicales, le encantaría haber protagonizado Cantando bajo la lluvia, una "película casi perfecta", pero se siente orgulloso de su carrera. "En términos de negocio, me encanta actuar más que nunca. Estoy agradecido por este año porque estoy muy orgulloso de los dos proyectos en los que he participado, aunque Logan y El gran showman sean tan diferentes". Sin embargo, afirma que sería "un director terrible", pues los actores odiarían trabajar con él, por lo que de momento no siente ningún tipo de interés por ponerse detrás de las cámaras.
Jackman ha hablado de la admiración que siente por Barnum, "un visionario como Steve Jobs" que creía en el "poder de la imaginación" y ha reconocido que El gran showman presenta similitudes con la saga X-Men, pues ambas cintas hablan de "comprender a los demás" y de que "nuestras diferencias son nuestras fortalezas". Por eso le gusta el mensaje de la película, porque habla de "ser uno mismo" y de que "no debemos construir muros".
El mensaje de la película es que debemos buscar comprender a los demás en lugar de construir muros.
En la cinta, el pionero showman Barnum también intenta hacer a los demás felices con su espectáculo mientras intenta compaginar su negocio con pasar tiempo con su familia, algo con lo que Jackman se siente identificado. "Soy padre de dos hijos y nada me hace más feliz que disfrutar de los pequeños momentos con ellos, son las cosas más simples las que recuerdo con más cariño", asegura, aunque aclara que a veces es difícil compatibilizar su el trabajo con la vida profesional, por mucho que tenga claro que la familia es su "prioridad absoluta".
Siguiendo en el terreno de lo personal, asegura que es "un manitas terrible" y que tampoco se lleva demasiado bien con la tecnología. También ha tenido tiempo de hablar de España, un país que asegura que "adora" y que visitó por primera vez con 18 años, cuando llegó a Madrid "de mochilero". "Me enamoré de la comida, de la gente, del estilo de vida… Siento que de verdad sabéis vivir la vida. Y el Museo del Prado es mi museo favorito en el mundo".
En cuanto a la situación de la industria, cree que a pesar de la existencia de múltiples secuelas y adaptaciones, está en un "momento muy interesante" en el que se están tomando riesgos y "se está produciendo un cambio" que permite que cada vez haya más mujeres trabajando y más inclusión dentro del sector. "Es una edad dorada, porque a los creadores les están dando un lienzo en blanco" debido a que las formas de consumo están cambiando, sobre todo en la televisión, de quién está aprendiendo el cine.
Esta es la oportunidad de que todos, independientemente de cuestiones como nuestro género o profesión, abordemos la situación de los abusos sexuales seriamente.
También se ha pronunciado sobre los casos de acoso que han sacudido la industria desde que se destaparan los abusos cometidos por el productor Harvey Weinstein, asegurando que deberíamos tomar como referente a Nelson Mandela a la hora de abordar la situación. "Estoy profundamente conmovido por la valentía de las personas que han dado un paso al frente para hablar. No puedo ni imaginar la mezcla de emociones que deben sentir y lo duro que ha tenido que ser para ellos. Pero es una gran oportunidad en todo el mundo para que todos abordemos la situación seriamente. De verdad creo que las cosas van a cambiar".