A sus 80 años, Ridley Scott vive una de las etapas más ocupadas de su carrera. Ahora mismo está inmerso en los 'reshoots' de Todo el dinero del mundo -ya sabéis, aquéllos que sustituirán la actuación de Kevin Spacey por la de Christopher Plummer- con vistas a su estreno antes de que acabe el año, mientras que en el horizonte se divisa una adaptación de El Cártel y... ¿una nueva película de Alien? La última, subtitulada Covenant, se estrenó el pasado mayo, pero unas cifras nada espectaculares en su recaudación habían sumido el futuro de la saga en la incertidumbre. Vía Entertainment Weekly, el director británico se ha pronunciado sobre el tema.
"Sí, vamos a hacer otra", confirmó antes de nada. "Y creo que nos vamos a alejar gradualmente de las tramas alienígenas", añadió, para sorpresa de todos."Queríais más aliens, más abraza-caras, más pechos reventados, así que lo metí en Covenant y encajó muy bien", replicó haciendo referencia a la publicitada "vuelta a las raíces" que fue su anterior film, "pero creo que necesitamos encontrar una solución más interesante si volvemos a la carga".
Que la saga de Alien funcione sin, bueno, aliens, podría parecer una locura, pero Scott se lo ha pensado bien: "Creo que la Inteligencia Artificial se está haciendo muy peligrosa, y por lo tanto mucho más interesante", concluyó, dando la pista que necesitábamos. Sin duda, el gran hallazgo de Prometheus fue la incorporación de Michael Fassbender como un sintético de ambiguas intenciones, y su papel doble en Covenant proveyó de los mejores momentos de ésta. ¿Veremos mucho más de David y Walter en el futuro?
No hay que olvidar que la Inteligencia Artificial ha estado presente en la saga desde sus mismos comienzo, cuando Ian Holm interpretó a Ash en 1979, y que el mismo Scott ha tratado bastante con androides y otras invenciones humanas a través de su carrera, como atestigua Blade Runner. Por todo ello, centrar las próximas películas de la saga en esos personajes que siempre han estado presentes y han atraído la atención del público no debería ser una mala idea... ¿verdad?