Para que Chris Evans se convirtiera en el Primer Vengador, su entrenador le propuso un régimen basado en repeticiones de levantamiento de peso, sentadillas, etc. Es decir, un entrenamiento normal, pero en el que tenía que concentrarse por completo.
Como cuenta SuperHeroJacked, Chris ganó peso y músculos de manera proporcionada, ya que entrenó tanto el pecho, los brazos y los abdominales como la espalda y las partes traseras. Aunque no llega al nivel de su transformación en la película de Marvel, su puesta en forma es más que notable.