Tony Stark no necesita ser el Vengador más musculoso del grupo, ya que tiene su armadura, pero eso no significa que Robert Downey Jr. no haya pasado por un duro entrenamiento. Al fin y al cabo, iba a salir en pantalla al lado de Chris Evans y Chris Hemsworth, ejem.
El actor recurrió a la ayuda del especialista Bad Bose, con el que ha trabajado en varias entregas de Iron Man y Sherlock Holmes. No quería hacer el típico entrenamiento de sentadillas y levantamiento de peso, quería algo más original, así que hacía yoga, artes marciales y ejercicios originales como trineo o mover una carretilla cargada de material. Esto, combinado con una dieta de entre 2500 y 3200 calorías diarias dieron como resultado al Stark que conocemos.