Desde que los vimos por primera vez, los Porgs han dividido al público entre aquellos que adoran a estos nuevos seres y quienes los consideran algo siniestros, como el propio John Boyega. Pero su presencia en Star Wars: Los últimos Jedi no es casual, pues fueron creados para camuflar a los frailecillos que habitaban la isla Skellig Michael, que sirvió de escenario para recrear Ahch-To.
Por lo que tengo entendido, Rian [Johnson] había id a rodar secuencias a Skellig Michael, que estaba llena de frailecillos. Es una reserva de vida silvestre y allí donde mirases había cientos de pájaros esparcidos por el paisaje. Por eso Rian me pidió que buscase una solución para poder trabajar con eso. No podías eliminarlos. Era físicamente imposible deshacerse de ellos. Y quitarlos digitalmente era mucho trabajo, así que acabamos jugando con eso. Entonces él debió de pensar "vale, eso es genial, tengamos nuestra propia especie autóctona".
Puedes encontrar estas declaraciones en la página web oficial de Star Wars, donde el diseñador de criaturas Jake Lunt Davies ha revelado el origen práctico con el que nacieron los Porgs, así como sus primeros diseños. Sabiendo esto se puede encontrar un cierto parecido con los frailecillos, unas pequeñas aves de aspecto amigable e indefenso.
La idea surgió del tamaño y color de los frailecillos. Así que dibujamos varias páginas, algunas más monas, otras feas. Era sobre todo jugar con el concepto de las aves. Pero creo que el concepto del Porg estaba en los primeros cinco bocetos que hice. Los ojos grandes de una foca y la cabeza grande, fea y divertida de un carlino.
Así, parece que el diseño de estos nuevos seres que habitan Ahch-To nace de un cruce entre los frailecillos y los carlinos, unos animales que Jake Lunt Davies considera que tienen "algo increíblemente llamativo, quizá sus ojos grandes", por eso ambos tienen ese tipo de "cara triste y neutral". Quizá incluso el nombre de los Porgs provenga de esta raza de perro, ya que carlino en inglés es 'pug'. Y tú, ¿ves el parecido?