Star Wars: Los últimos Jedi se estrenó el pasado 15 de diciembre y, aunque ya hemos cambiado de año, seguimos descubriendo nuevos detalles sobre el Episodio VIII escrito y dirigido por Rian Johnson. El último tiene que ver con la Guardia Pretoriana de Élite del Líder Supremo Snoke (Andy Serkis) y sobre el constante dolor físico al que estaba sometida con tal de defender a su adalid.
Según el libro Star Wars: The Last Jedi Visual Dictionary, la armadura carmesí de los guardaespaldas de Snoke, ocho en total, estaba fabricada en un laminado especial destinado a crear un intenso campo magnético. Una vez activado, las planchas de la armadura eran capaces de desviar los disparos de un blaster, e incluso los sables láser rebotaban contra ellas -aunque un ataque directo era capaz de penetrarlas, como demostraron Rey (Daisy Ridley) y Kylo Ren (Adam Driver). La exposición a esta fuerza protectora, sin embargo, no se disfrutaba sin riesgos y provocaba un gran dolor en su portador. "Los Pretorianos aguantaban esto debido a su inquebrantable lealtad y deber", reza el Dicionario Visual.
Aunque gracias a este detalle sabemos un poco más de estos ocho peligrosos guerreros, el Líder Supremo Snoke y su pasado siguen constituyendo toda una incógnita dentro de la franquicia. Rian Johnson no ahondó en su pasado en el Episodio VIII pero, como recoge Comic Book, el guionista y director no descarta que J.J. Abrams, director de Star Wars: Episodio IX, profundice en los orígenes del villano. "Si de repente hubiera detenido una de las escenas para un monólogo de 30 segundos sobre quién era, me di cuenta de que habría parado la escena en marcha. Aunque podría haber sido interesante, algo que hubiera interesado a los fans, como narradores tenemos que servir lo que las escenas necesitan ser".