Por fin llega a España este viernes 12 de enero la obligatoria Tres anuncios en las afueras -antes Tres anuncios en las afueras de Ebbing, Misuri, la nueva película del cineasta británico Martin McDonagh (Escondidos en Brujas, Siete psicópatas), y gran triunfadora de los Globos de Oro. La cinta, también con guion de McDonagh, se llevó cuatro premios en total: Mejor Película de Drama, Mejor Guión, Mejor Actriz de Drama para Frances McDormand y Mejor Actor de Reparto para Sam Rockwell. Antes, en septiembre del año pasado, nosotros pudimos hablar con el director en el Festival de San Sebastián.
La historia, con el Medio Oeste de EE.UU de fondo, tiene como protagonista a Mildred Hayes (Frances McDormand), una mujer que decide gastarse todos sus ahorros en el alquiler de tres vallas publicitarias con un único fin: poner en evidencia la incompetencia de la policía y la del 'sheriff' William Willoughby (Woody Harrelson), incapaces de encontrar al hombre responsable de violar y de asesinar a su hija. Sus actos provocarán una guerra abierta entre ella, algunos agentes y sus variopintos conciudadanos.
No juzgar a los personajes
¿Cómo empezó a desarrollarla Martin McDonagh? "El comienzo de la historia fue tener un personaje femenino realmente fuerte expresando su ira, sus ganas de justicia", explica en el vídeo que puedes ver justo arriba. "Emprender una guerra contra un hombre que no está en contra de ella completamente, o incluso remotamente [...] Tener dos personas enfrentadas y que fuéramos capaces de ver ambos lados, cuando los dos llevan razón. Y hacia dónde va una historia como esa cuando no hay… una solución sencilla, cuando no hay salida… Así fue como empezó, aunque supongo que después la película empezó de algún modo a tratar más sobre la esperanza, y sobre el cambio".
Paletos, misóginos, racistas, analfabetos, adultos malcriados por sus madres, pobres hombres solitarios y deprimidos... McDonagh recurre a un fresco riquísimo de personajes, algunos de ellos bastante repulsivos desde un punto de vista moral. Y el director siempre puso en práctica algo que su protagonista, Mildred, jamás hubiera conseguido: no juzgarlos. "Incluso tuve una discusión con un amigo mío sobre la palabra “paleto”. Me parece demasiado simplista [...] No creo que podamos aspirar al cambio hasta que empaticemos un poco más y veamos el otro lado". Su decisión de apostar por un desenlace abierto, sus influencias cinematográficas... Si quieres saber más, no te pierdas la entrevista completa.