La imagen del director Woody Allen se ha visto dañada después de que su hija adoptiva y numerosas actrices hayan acusado al cineasta de abusar sexualmente de ellas. Además, distintas intérpretes han declarado públicamente que se arrepienten de haber trabajado con él; e incluso han donado el dinero ganado en estos largometrajes para que el movimiento Time's Up pueda salir adelante. El último en posicionarse a favor o en contra de Allen ha sido Colin Firth, actor que protagonizó la cinta Magia a la luz de la luna junto a Emma Stone en 2014.
El intérprete británico ha enviado un comunicado a The Guardian en el asegura de forma simple: "No volveré a trabajar con él de nuevo". El protagonista de Kingsman: El círculo de oro no ha querido dar más detalles acerca de su opinión sobre el cineasta que acaba de estrenar el largometraje Wonder Wheel (La noria de Coney Island) en las salas de cine. Esta misma película es la razón por la que el cantante Justin Timberlake ha sido calificado como hipócrita tras afirmar que apoya la campaña por los derechos de las mujeres.
Cabe destacar que el actor ha afirmado que nunca participará en más proyectos de Allen el mismo día en el que Dylan Farrow ha explicado que todo aquel que sigue trabajando con su padre "es cómplice de la cultura del silencio". "Mi padre me llevó a un pequeño ático de poca altura en la casa de mi madre en Connecticut. Me dijo que me tumbase sobre su estómago y jugase. Mientras jugaba con el tren, abusó de mí sexualmente", detalla la también hija adoptiva de Mia Farrow para exponer el daño que el director de cine hizo en su vida y para recordar que nunca fue acusado de ningún crimen por no contar con el apoyo de los investigadores en aquella época.
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