Desde que salieran a la luz las denuncias hacia el productor Harvey Weinstein, la industria cinematográfica se ha llenado de luchas contra los abusos sexuales como los que recoge el movimiento #MeToo, pero también de detractores del mismo, que lo consideran incluso un peligro. Es el caso del cineasta Michael Haneke (Amor, Funny Games), que asegura estar "preocupado" al respecto.
Este nuevo puritanismo impregnado de odio hacia el hombre que ha llegado gracias al movimiento #MeToo me preocupa. Como artistas, estamos empezando a temer, ya que nos vemos envueltos en esta cruzada contra cualquier forma de erotismo.
Esto es lo que ha declarado el director austriaco en una entrevista con Kurier, en la que también ha asegurado que los culpables por acoso o violaciones deberían ser castigados, aunque ha añadido que considera "la histeria y las condenas sin proceso repugnantes". Por eso no ha dudado en culpar a los medios de acabar con carreras e incuso vidas.
Cada oleada de críticas generadas con estas revelaciones, desde foros de Internet a diarios serios, envenenan el clima de nuestra sociedad.
De esta manera, ha condenado todo el movimiento por considerarlo una "caza de brujas" que, además, según él que hace "cada vez más difícil un debate sobre el tema" del acoso sexual, que considera "importante" a pesar de todo.
