Margot Robbie está arrasando con su nuevo proyecto, Yo, Tonya, y puede decirse que todo el mérito de su éxito lo tiene ella. Además de hacer una interpretación que le ha valido una nominación al Oscar, la actriz apostó por la película y se convirtió en productora para poder protagonizar el papel que ella quería y que, en su opinión, nadie le habría dado por medio de un casting.
"No creo que nadie me hubiese dado este papel a menos que hubiese ido a por él y no estaba preparada para esperar 10 años a que alguien me ofreciera este papel", ha declarado durante la premiere del filme en Londres para DigitalSpy.
La actriz reconoce que no fue nada fácil llevar a cabo la cinta, pero ha valido la pena: "Era un guion difícil de realizar y con muchos retos. Nunca te van a dar un montón de dinero para algo tan poco convencional. Y es un guion de época que dura cuatro décadas. Fue un gran compromiso producir esto, pero es increíble hacer una apuesta como esta que ha dado sus frutos".
Este 'biopic' cuenta la vida de la patinadora Tonya Harding, quien se convirtió en la segunda deportista capaz de completar el salto triple axel. Sin embargo, su carrera dio un giro cuando su principal rival en los Juegos Olímpicos de Lillehammer fue víctima de un ataque por parte de un matón a sueldo que buscaba romperle la rodilla.
La cinta, dirigida por Craig Gillespie, llega a las salas de cine el 23 de febrero.