Nunca es fácil controlar el tiempo cuando estás viviendo uno de los momentos más importantes de tu vida, por eso, casi se ha vuelto una tradición en los Oscar que el vencedor de la estatuilla haga su discurso de agradecimiento por encima de la música de la orquesta, la cual indica que debe terminar de hablar. En la ceremonia de este año, en la que el anfitrión era Jimmy Kimmel, han utilizado una técnica diferente: el ganador o ganadora que hiciese el discurso más corto obtendría una moto de agua, que presentó la mismísima Helen Mirren, la protagonista de Winchester: La casa que construyeron los espíritus.
El monólogo inaugural de Kimmel concluyó con la presentación de la moto acuática por parte de Helen Mirren. Este premio se volvió un tema muy recurrente durante la gala por parte de los nominados, ya que muchos de ellos intentaron mantenerse dentro del límite establecido por la Academia y admitieron que lo harían, aunque eso significase perder la oportunidad de los agradecimientos. Pese a que este año ha habido unos discursos muy cortos, la ceremonia sobrepasó 50 minutos el tiempo planeado.
Al final de la noche, Kimmel reveló quién había sido el ganador del ansiado premio: Mark Bridges, que ganó el Oscar a Mejor Diseño de Vestuario por El hilo invisible. La película, dirigida por Paul Thomas Anderson, obtuvo ese único Oscar en una gala marcada por el protagonismo de La forma del agua.
