Star Wars: Los últimos Jedi fue uno de los estrenos más esperados del año pasado. A pesar de que no se llevó ninguno de los cuatro premios a los que optaba en la 90ª edición de los Oscar, varios de sus protagonistas salieron al escenario para entregar dos premios. La sorpresa llegó cuando a Mark Hamill, Oscar Isaac y Kelly Marie Tran se sumó el entrañable robot BB-8, para alegría del presentador Jimmy Kimmel y un niño de nueve años, que representaba su versión joven.
"Estoy aquí para recoger el cheque mensual de mi plan de pensiones Jedi", aseguró el intérprete de Luke Skywalker antes de entregar el premio a Mejor Cortometraje de animación a Dear Basketball, que recogió Kobe Bryant.
Además, Hamill también aprovechó para hacer un chiste en referencia al incidente sucedido en la edición pasada, cuando no se anunció de manera correcta que Moonlight era la ganadora a Mejor película, pues murmuró un "no digas La La Land".
Otro detalle que no pasó desapercibido es el trato que Isaac tenía con el droide, pues incluso llegó a acariciarlo como hace Poe Dameron en la pantalla. Además, el actor guatemalteco se emoción al entregar el premio a Mejor Película de Animación a Coco, llegando a fundirse en un abrazo con su compañero Gael García Bernal.