Jodie Foster y Jennifer Lawrence fueron las encargadas de entregar el Oscar a Mejor actriz principal en la 90º edición de los premios de la Academia, el cual fue a parar a manos de Frances McDormand por su trabajo en Tres anuncios en las afueras. Este momento de la gala podría haber pasado desapercibido para el público, pero el dúo de actrices provocó las risas en el teatro cuando hablaron sobre las muletas de Foster. La intérprete y directora afirmó que la culpa de que necesitase ese apoyo para andar fue de Meryl Streep, quien le hizo un Yo, Tonya.
Como sabrás, en la cinta protagonizada por Margot Robbie sobre la patinadora artística Tonya Harding, un matón daña las piernas de la principal rival de la protagonista antes de los Juegos Olímpicos de 1994. La broma de Foster fue una de las mejores de la gala, pero no... la actriz no usaba muletas por ese motivo y su publicista ha revelado a EW la verdadera razón de que las llevase: Foster se lesionó esquiando.
Que Foster y Lawrence presentasen la categoría a Mejor actriz principal rompió con la tradición de los Oscar de que el actor galardonado de la anterior edición entregue el premio a la ganadora del próximo año. De esta forma, Casey Affleck -ganador del premio por Manchester frente al mar en 2017- hubiese tenido que entregar la estatuilla a McDormand. No obstante, el intérprete, denunciado por acoso sexual, rechazó participar en la ceremonia.
El discuros de McDormand, por su parte, fue uno de los más comentados de la gala. Durante sus palabras de agradecimiento al recoger el Oscar, la protagonista de Tres anuncios en las afueras pidió a todas las mujeres nominadas de la sala que se pusiesen en pie.