En 2016, el actor de Star Trek Anton Yelchin fallecía a la entrada de su casa en Los Ángeles debido a un accidente de coche. Los detalles de este suceso apuntaban a un posible fallo del coche que provocó que avanzase por la entrada hasta dejar al actor atrapado entre el vehículo y su domicilio. En aquel momento, el concesionario del fabricante de automóviles Chrysler descartaba que el accidente fuese culpa de ellos, pero su familia decidió dar un paso adelante.
Inmediatamente, Victor e Irina Yelchin, padres del joven, demandaron a la compañía culpándoles de lo sucedido explicando que su hijo fallecía atrapado mientras se ahogaba. Ahora, el caso se ha cerrado tras llegar ambas partes a un acuerdo, según narran varios medios como The Guardian o The Washington Post.
Los detalles de este acuerdo no han sido revelados públicamente, pero desde Chrysler han dejado claro que están felices de haber podido llegar a una resolución amigable al tiempo que envían su más profunda simpatía por sus familiares.
La publicista de la familia, Jennifer Allen, ha hablado para People señalando que el dinero de la demanda se dedicará a rodar un documental sobre la vida del actor, así como para ayudar a la Anton Yelchin Foundation, una organización destinada a apoyar a los jóvenes comprometidos en las artes creativas que se enfrentan a duros retos en sus carreras.