¿Dónde está la secuela de Mad Max: Furia en la carretera? Esto es algo que se preguntan muchos fans de la película de George Miller protagonizada por Tom Hardy y Charlize Theron. El personaje de la sudafricana es uno de los más queridos y valorados, siendo celebrado por los fans que piden un 'spin-off' con ella de protagonista. Pero todos estos proyectos llevan varios años paralizados por una demanda.
Tal y como publica este lunes The Sydney Morning Herald, George Miller habría demandado a Warner Bros. y esta situación estaría frenando la posibilidad de que la cinta tuviese una segunda parte u otras cintas relacionadas. Los problemas entre el estudio y el director comenzaron hace varios años, y es que Miller ha trabajado mucho tanto en la dirección como en el guion para conseguir de esta una de las películas más afamas de los últimos años consiguiendo 10 nominados a los premios Oscar, y obteniendo seis de ellos.
Pero los problemas son siempre económicos, y es que la productora de Miller debía recibir un bonus de 9 millones así como un extra si Mad Max: Furia en la carretera era terminada gastando menos del presupuesto fijado por Warner Bros., 157 millones de dólares. Pero el proyecto terminó costando más por las intervenciones del propio estudio, tal y como asegura Miller.
El director asegura que había varias escenas del guion que Warner no le permitió rodar, pero una vez terminado el rodaje estas tuvieron que ser rodadas de nuevo, provocando así un sobrecoste innecesario, así como constantes retrasos en la producción ajenos a él. Por su parte, el estudio asegura que la producción terminó costando 185.1 millones, 28 millones más de lo presupuestado. Además, el contrato estipulaba que la película debía durar 100 minutos y ser apta para mayores de 13 años, pero el metraje final tenía una duración de 120 minutos y no era apta para menores de 18 años.
Puesto que Warner Bros. no pagó el bonus de 9 millones que Miller y su equipo esperaban, este les ha demandado y eso está frenando la posibilidad de que haya una nueva entrega, dado que antes de retomar el proyecto debe quedar zanjada este problema. Cabe señalar que esta situación es uno de las tantas dificultades a las que se ha enfrentado Mad Max: Furia en la carretera en su realización, y es que comenzó a rodarse en 2012 pero no fue hasta 2015 cuando llegó a las salas de cine. Ya entonces se especulaba con que Warner estaría preocupada por el alto coste de la cinta.
Para terminar, pese a su alto coste, su recibimiento entre la prensa especializada no pudo ser mejor recibiendo notables críticas positivas, obteniendo un 97% de nota en Rotte Tomatoes en base a 377 opiniones. Entre los espectadores también fue acogida con los brazos abiertos obteniendo 154 millones en Estados Unidos, y 224 en el resto del mundo, haciendo un total de 378 millones.