Un duro trabajo en equipo
En este tipo de películas, los animadores no se dividen el trabajo por escenas o personajes. En su lugar, llegan al set de rodaje y se ponen a trabajar con la parte que toque ese día. “Te puede tocar cualquiera, el protagonista o todos los perros a la vez. Mientras rueda un animador se va preparando otro set de rodaje con otro decorado y con otros muñecos (o los mismos, pero duplicados) para que podamos trabajar a la misma vez. Una vez que hay algo preparado, te mandan para allá”.
No debe ser fácil coordinar un equipo de 27 animadores, pero resulta imprescindible para que no haya retrasos en la grabación y el fime pueda terminarse cuanto antes: "Éramos 27 animadores, pero trabajando a la vez éramos 18, aunque ha ido creciendo. Había hasta 45 salitas, con un decorado cada una, donde cada animador trabajaba el plano que tocara. Todos podíamos trabajar a la vez porque había varios muñecos iguales. Había 8 copias del protagonista, se hicieron hasta 1000 muñecos de los perros a diferentes escalas. Wes Anderson quería que hubiese desde escala muy pequeñita (que parecía casi un alambre) a más grandes, para utilizarlos en diferentes planos y crear perspectivas".
Un único animador por cada escena
En cada una de esas 45 salitas trabaja un único animador, al que dejan solo para que pueda concentrarse en su trabajo.
"Cada animador se hace su escena, aunque haya 20 personajes o 40. Un compañero tuvo que hacer una escena en el salón de actos donde están todos los perros, ¡él solo! Es más fácil así porque si hay dos personas animando ya es un poco más lioso. Preparan la escena antes de que llegues. Cuando vas al set ya está hecha la iluminación, el decorado aprobado por Wes, la cámara preparada… Una vez que está listo llegamos los animadores, cada uno en su set y ahí nos quedamos completamente solos durante el rodaje de ese plano".