Las Leyes De La Termodinámica es la primera comedia romántica del director ganador de cuatro premios Goya Mateo Gil (Blackthorn, Proyecto Lázaro) y se estrena este viernes 20 de abril en las salas de cine de España. Pese a que su título puede llevar al equívoco, este largometraje se centra en la historia de cuatro personas que, tras conocerse por un choque fortuito en la calle, comienzan dos relaciones sentimentales independientes que podrían estar determinadas por las mismísimas leyes de la física.
En SensaCine hemos tenido la oportunidad de hablar con Vito Sanz (Vergüenza), quien da vida a Manel, un profesor de física obsesionado con explicar la repercusión del trabajo de Newton o Einstein en nuestro día a día; Berta Vázquez (Palmeras en la nieve, Vis a Vis) interpreta a Elena, una actriz en ciernes que está viendo despegar su carrera; y, por último, el debutante Juan Betancourt, interpreta a un nuevo compañero de trabajo de Elena que hará peligrar la situación sentimental de ambos. ¡Descubre más detalles de Las Leyes De La Termodinámica a continuación!
¿Qué pensasteis al leer por primera vez que os proponían una película llamada Las Leyes De La Termodinámica?
Juan Betancourt: Lindo quilombo este…
Berta Vázquez: Más que el título, nos sorprendimos después de leer el guion.
Vito Sanz: ¡Claro! El shock viene después, cuando empiezas a leer el guion. Un guion divertido de leer, aunque parece más complejo porque está escrito tal y como está montado en la película. Entonces, hay algo así como de rompecabezas, de estructura de reloj de arena. Era muy interesante. A parte de lo que impone el título, creo que la aventura de leerlo fue maravillosa. Disfrutamos entendiéndolo y comprendiéndolo.
Juan Betancourt: Basándonos en el título, la primera vez que me lo dijeron yo pensé que Las Leyes De La Termodinámica era una película completamente diferente. No me esperaba para nada lo que es esta película, sino algo más físico. Obviamente, hay cosas físicas en ella, pero algo completamente fuera de eso, no me imaginaba tantos temas de relaciones románticas y tantos temas actuales.
Berta Vázquez: La gente que no se asuste por el título, ni se deje llevar por un título que impone tanto.
¿Cómo se afronta un rodaje en la que una misma película tiene dos guiones distintos?
Berta: Toda la historia está rota y está desordenadísima en el tiempo. Para que nosotros trabajásemos la historia de la pareja a nivel lineal, necesitábamos comprender cómo empezamos y de qué manera evoluciona nuestra relación. Luego eso en la película no se ve porque solo se ven pequeños trozos de la relación, así que tuvimos que crear las partes que faltan e inventarnos una relación real. Para ello, necesitábamos un guion ordenado en el tiempo y rellenar los huecos que faltaban con nuestra imaginación.
V.S: Hay que tener en cuenta que luego esto lo vas rodando y tienes que ser consciente de dónde estás en la historia, para no perderte luego y preguntarte dónde estás.
B.V: Claro. Tenemos que tener claro en qué momento de la relación estamos…
V.S: Esto es el final de la película y esto es el principio. Entonces en base a eso tú te ordenabas y, como ha dicho Berta, estaba tan desglosado que si no trabajábamos en ese guion lineal había algo que nos descolocaba. Ya nos ocurría aún con eso. Nos teníamos que ir a apoyar en Mateo [Gil], pero eso nos ayudaba a tener la película más ordenada en la cabeza.
J.B: Que ellos me corrijan si me equivoco, pero si a lo mejor un espectador se puede perder en cierto momento con una película ya montada, con todo creado y ordenado, imagínate cómo ha sido para ellos crear una historia con solo un papel y letras. Imaginarte ciertos flachazos de ida y vuelta es muy complicado.
¿Cuándo dices para ellos es porque consideras que has vivido un rodaje completamente distinto?
J.B: Ellos que son los protagonistas de la película, obviamente tienen muchísimo más texto y muchas más escenas. Tenían que crear esa historia desde un comienzo, por eso para ellos es más complicado.
V.S: Pero Juan también participó en eso dándonos mucha energía.
J.B: Yo me sentí genial y muy cómodo. Cuando llegué al ‘set’ de rodaje, la película ya estaba empezada y al mes empezamos a grabar mi parte. A los dos días fue como si hubiese estado toda la película allí grabando.
¿Recuerdas algún consejo o alguna experiencia que te diesen tus compañeros en tu primera experiencia en la industria cinematográfica?
J.B: Ellos me reforzaban y me decían si lo que estaba haciendo lo estaba haciendo bien. Eso me daba mucha seguridad, porque son personas que ya han trabajado y tienen más experiencia que yo.
¿Una historia de amor distinta de la historia del cine que haya marcado vuestras vidas?
V.S: Yo no sé si me marcó tanto, pero yo recuerdo Pretty Woman. No tanto porque me marcase, sino porque le marcó mucho a mi madre en una época, la alquilábamos en VHS y la poníamos en casa. Ella la alquilaba una semana sí, una semana no. Entonces, yo me la tragaba todos los viernes por la noche y a esa película la tengo mucho cariño porque es una clara referencia hacia mi madre.
B.V: La mía es un clásico: Titanic.
J.B: ¡Iba a decir la misma! Porque la mamé mucho de pequeño y la recuerdo muchísimo. De hecho, es de las películas que más he visto en mi vida.
B.V: Sí, la que más veces.
Si tuvierais la oportunidad de contar una historia de amor de forma distinta. ¿Cómo lo haríais?
V.S: Yo creo que todas las historias, no solo de amor, están ya contadas. Es muy difícil ser original, porque hay una historia de cine detrás.
J.B: Yo creo que si alguien tiene una idea de otra historia ese es Mateo.
B.V: Pero sí es verdad que hay una película que se llama 10.000 Km, de Natalia Tena y David Verdaguer, que propone una historia de amor, pero incluye la tecnología, el Skype. Sería buena idea hacer una con la tecnología y con cómo nos relacionamos ahora.
J.B: Ahora nos conocemos por las redes sociales y por Internet. Creo que por ahí podría ser. Hay que rebuscar un poco más, pero por ahí podríamos crear algo grande.
¿Creéis que las leyes de la termodinámica se pueden aplicar a las relaciones sentimentales?
B.V: Podemos contestar todos a la vez…
Todos: ¡No se pueden aplicar! ¡Os equivocáis!