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    Héctor Noas: "Sergio y Serguéi' no es un documental sobre Cuba, sino una película sobre cómo nos podemos unir para salvar vidas"

    Entrevistamos al actor cubano ('Conducta') que protagoniza la nueva película de Ernesto Daranas junto a Ron Perlman ('Hellboy', 'Hijos de la Anarquía'). ¡20 de abril en cines!

    El director cubano Ernesto Daranas recuerda la complicada situación que vivieron los cubanos en los años 90 en Sergio y Serguéi, película protagonizada por Ron Perlman (Hellboy, Hijos de la anarquía), Tomás Cao (Viva) y Héctor Noas (Conducta). En SensaCine hemos tenido la oportunidad de hablar con este último para conocer todos los detalles del rodaje, cómo se vivió en primera persona el Período Especial en Cuba y los próximos proyectos del actor cubano que convence interpretando a un astronauta ruso que vive atrapado en el espacio y que tendrá que pedir ayuda para sobrevivir contactando una comunidad de radioaficionados. ¡20 de abril en cines!

    ¿Cómo llegaste a cambiar de nacionalidad e idioma en Sergio y Serguéi

    Yo llego al proyecto porque a Ernesto Daranas le conozco desde su ópera prima. Después, hicimos el segundo proyecto que se llama Conducta, que casualmente ganó el Festival de Málaga. En el caso de este tercero, yo no pensé que me iba a proponer el personaje del ruso, porque yo pensé que iba a buscar a un actor ruso. Para mí fue una noticia maravillosa, pero cuando leí el guion y me contó lo que él pensaba hacer con la película pensé que iba a ser demasiado difícil para mí. Pero yo soy un actor al que le gustan los riesgos y los retos. Entré en ese proyecto sabiendo que tenia que hacer un entrenamiento y un aprendizaje del ruso durante cinco meses para poder dominar ese guion y conseguir esa naturaleza que un actor ruso tiene, conseguir que yo pudiese ser capaz de interpretarlo.

    En la película los tres protagonistas no coinciden en pantalla. ¿Has tenido la oportunidad de vivir parte del rodaje junto a Ron Perlman y Tomás Cao?

    El hecho de que no coincidamos los tres es porque somos tres náufragos, cada cual está en su situación. Yo estoy abandonado en la nave sin poder bajar, el otro cubano está abandonado a la utopía de lo que el vivió en un país con una utopía socialista en la que se suponía que todo iba a ser maravilloso y, de buenas a primeras, todo se desmorona; por último, el personaje de Ron, que está en Nueva York investigando de manera oculta la Nasa.

    El director me pidió a mi que yo estuviera en el rodaje en La Habana con el actor cubano, con Sergio (Tomás Cao), para que le diera las réplicas y eso era una ayuda muy grande para él. Después, yo rodé en Barcelona y no le tenía presente, por lo que eso me servía de referencia. Con Ron coincidí solo en una escena que finalmente no aparece en la película y en la que estamos los tres sentados en una mesa.

    ¿Qué ocurre en esa escena eliminada concretamente?

    La grabamos en agosto en La Habana dentro de un estudio. Era una escena muy graciosa, un sueño que tenía el personaje de Sergio, donde nos encontrábamos los tres personajes en una mesa. Yo estaba vestido de cosmonauta con el traje espacial y, entonces, yo fumaba de una pipa de agua y el humo se metía en la escafandra y el personaje empezaba a filosofar. Era una visión del personaje del ruso muy graciosa porque en realidad es muy serio. Esta reunión de los tres era sacada de contexto, cada cual aportaba la visión filosófica de cada personaje. Era muy, muy agradable la secuencia. Me dio pena que no estuviera en la película. Ron estaba fascinado con La Habana y con el equipo, uno piensa que una estrella de Hollywood no puede sentarse con nosotros ni comer con nosotros, pero fue uno más

    ¿Cómo viviste en los años 90 el Período Especial de Cuba?

    Lo que yo recuerdo es realmente terrible. Llegamos a una cosa que se llama opción cero: no había combustible, no había electricidad más que cuatro horas al día, hubo una epidemia de neuropatía por la falta de vitaminas y de la alimentación… Yo comía cascara de plátano. Descubres siempre nuevas formas de subsistir, fue una época de supervivencia. No estamos acostumbrados a sobrevivir a unas circunstancias económicas muy difíciles y entramos en ese periodo sin saber que estábamos entrando en una época tan oscura. Yo no sabía cómo íbamos a salir de ahí. Le agradezco mucho al director que haya hecho esta película en clave de comedia, quitándole hierro a toda la angustia que fue aquello. No es un documental, sino una película sobre la amistad, sobre el amor y sobre cómo las personas se pueden unir para salvar vidas.

    En Sergio y Serguéi utilizan la radio, algo que ahora es insignificante para muchas personas para poder comunicarse y salvarse, mientras que actualmente las redes sociales son utilizadas para todo lo contrario.

    Uno de los grandes retos de la tecnología para la sociedad actual es que todo esto nos está incomunicando como seres humanos. Es una comunicación un poco falsa, un poco superficial. La gente solo publica lo que quiere que se sepa de ellos, pero se pierde la esencia básica de la comunicación. No se muestra cómo se es o como se piensa. Cuando se hicieron las elecciones de Estados Unidos recuerdo que las redes sociales en Miami eran incendiarias. Hubo broncas y divisiones entre amistades de toda la vida por una idea puesta en una red social.

    ¿Y en La Habana?

    No hay internet en La Habana. No entra Internet a las casas. Ahora se está probando un proyecto carísimo y yo pensé en hacer un documental porque hay solamente wifi en algunos parques de La Habana. Entonces, ahí va todo el mundo a conectarse y es horrible todo lo que oyes ahí, porque se escuchan las conversaciones de todo el mundo. Lo que pasa es que tenemos en Cuba una cosa que se llama "el paquete" que semanalmente llegan dos Teras con todas las series americanas y españolas, todo eso la gente lo ve ahí y lo va pasando entre las casas. De hecho, nosotros a veces hemos visto en Cuba las películas americanas que todavía no se han estrenado en España. Ese tipo de plataformas están aportando no solamente tecnología, sino digamos que diversidad. La televisión está enriqueciendo del lenguaje cinematográfico.

    ¿Si tuvieses que elegir una época y un lugar para una película?

    Cuba dentro de cinco años. Sería una ciencia ficción, hablaría sobre qué pasaría, qué va a pasar. Cuando hicimos esta película hablábamos de algo que ya había pasado y si la ves te das cuenta de que tiene mucho de la actualidad. Tiene un nivel de lectura muy interesante. Estamos volviendo a una historia que no sirvió para nada, en vez de unirnos y salvar vidas.

    ¿Algún proyecto en España que podamos ver en un futuro?

    Aparezco en la última película de Icíar Bollaín la que está editando ahora sobre el bailarín Carlos Acosta. Salgo en una escena muy pequeña, pero es una escena muy importante en la película porque explica muchas cosas. Es una metáfora de lo que es la historia de la revolución y la historia del arte en Cuba. Ese proyecto y otras cinco películas más en La Habana este año, aunque me he tenido que tomar unas vacaciones laborales porque tengo que viajar mucho con esta película.

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