Todo el cine que hace Christopher Nolan (Westminster, 1970) es de género negro. Y no lo proclama ningún análisis académico sobre el director de Memento (2000), Origen (2010) o la reciente Dunkerque. Lo aseguró él mismo en la clase magistral impartida ayer, sábado, en el contexto del Festival de Cannes.
“Con el noir defines el carácter a través de la acción. Los personajes pueden hablar de su motivación, pero no confías en ellos, sino que esperas a ver qué hacen y qué se hacen entre sí. Creo que es la forma más fuerte de caracterización. De ahí que en cada película que he hecho, incluso en ciencia ficción como Interstellar (2014) o de acción, como las películas de El caballero oscuro, siempre haya una dinámica subyacente de cine negro: juzguemos a los personajes por lo que hacen en lugar de lo que dicen".
A cada Batman, su villano
Ese sello personal está en la base de su trilogía sobre Batman. El realizador británico se acercó a los cómics de DC desde el punto de vista del neo-noir. "Es un superhéroe, pero está basado en ideas de culpa y de miedo. Y no tiene superpoderes aparte de su riqueza. De modo que resulta muy identificable y humano”, argumentó.
En su opinión, el éxito de las tres películas protagonizadas por Christian Bale reside en cambiar de género en cada entrega y definirlas por su antagonista. Así, argumenta Nolan, considera Batman Begins (2005) como el viaje del héroe, la historia de sus orígenes, por lo que el villano Ra's al Ghul, “es un mentor convertido en enemigo”.
Para la secuela, El caballero oscuro (2008), película que le supuso el Oscar al mejor secundario a Heath Ledger por su papel de Joker, “siempre fue un drama criminal en el molde de una película de Michael Mann como Heat (1995). Y el adversario ideal es un un terrorista, un agente del caos desatado”.
Por último, en el epílogo, El caballero oscuro: la leyenda renace (2012), el insobornable realizador se decantó por la épica histórica. “Es una película de guerra, con Bane como un enemigo militarista”.
Trabajo doméstico
El cineasta se confesó en el transcurso de la charla, entrecortada por aplausos espontáneos de un público entregado, como una persona “increíblemente temerosa de la traición”. Por eso recurre a sus seres más cercanos para poner en marcha sus proyectos. Su mujer, Emma Thomas, produce todas su películas, y su hermano, Jonathan Nolan, ha firmado muchos de sus guiones.
“El noir recurre a nuestros miedos y deseos y los extrapola: la figura de la mujer fatal, la fantasía de la venganza… son exageraciones de nuestras preocupaciones cotidianas. Yo temo la deslealtad, así que es genial poder trabajar con personas que no tienen otra agenda que no sea ayudarte a hacer la mejor película que puedas, y es sorprendente lo difícil que puede ser forjar esas relaciones en un contexto comercial”.
Kubrick que estás en los cielos
La primera visita de Christopher Nolan a Cannes no ha sido para presentar ningún trabajo propio, sino para honrar al director que más le ha marcado, Stanley Kubrick. Hoy, domingo, presentará en la sección Cannes Classics la copia restaurada de 2001, una odisea del espacio, que este año celebra su 50 aniversario.
En el encuentro de ayer, dinamizado por el crítico e historiador de cine Philippe Rouyer, relató la primera vez que vio el clásico de la ciencia ficción en gran pantalla. Tenía siete años y su padre lo llevó al Leicester Square Theatre de Londres. "Tuve una experiencia extraordinaria. Me sentí transportado de una manera que no creía posible. La pantalla me envolvió y emprendí un viaje increíble".
De aquella experiencia iniciática ha bebido el compromiso con la independencia y la ruptura con las convenciones de su propio cine. "Aquella tarde descubrí que las películas pueden ser cualquier cosa. Por eso estoy muy emocionado al pensar que voy a brindar a una nueva generación de espectadores la misma experiencia".