Ryan Reynolds está triunfando en taquilla gracias a su papel del Mercenario Bocazas en Deadpool 2, que acaba de estrenarse. Sin embargo, en la vida real el intérprete tiene que enfrentarse a problemas distintos a los que vemos en pantalla, pues ha reconocido que sufre depresión.
El actor ya había hablado con anterioridad de su batalla contra la ansiedad y cómo esta ha afectado su vida desde que era muy joven. Ahora, Reynolds ha decidido sincerarse acerca de su enfrentamiento con la depresión, una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo según la OMS.
Tiendo a tener depresión y tengo algunos problemas de ansiedad y cosas así. Por eso hago ejercicio. De otra manera, comienzo a desanimarme. Para mí, es algo más psicológico. El ejercicio es una forma de expulsar a los demonios
Esto es lo que ha reconocido la estrella en una entrevista con Mr. Porter, en la que también ha explicado que desde niño se sentía "inquieto", pero que solo ahora comprende que eran signos de ansiedad, ya que crecer en su casa "nunca fue sencillo". Sin embargo, ha explicado que intenta aprovechar las inseguridades derivadas de la ansiedad para impulsar su lado creativo y pulir chistes o guiones.
No se lo desearía a nadie, pero la ansiedad también es un gran combustible. Quiero decir, Dios mío, es algo así como la píldora anti-complacencia, pero también es algo con lo que debes aprender a lidiar
Además, Reynolds asegura que emplea el humor como un sistema de defensa. "Busco la comedia en las cosas para evitar fijarme en la tristeza o el dolor", aclara, antes de revelar que por eso desde pequeño se apuntó a un grupo de improvisación en la escuela y quiso ser cómico profesional. Por suerte, lo ha conseguido a través de su carrera como actor, como demuestran Deadpool y su secuela, que ya puedes ver en cines.