Los problemas de la posproducción
Han Solo: Una historia de Star Wars suponía, de esta forma, un modo de tranquilizar a ese fan que tras Los últimos Jedi temía que su amada saga se convirtiera en algo distinto y amenazador. Tras los números en taquilla de El despertar de la Fuerza, que aún no han sido igualados, recurrir a la nostalgia y a personajes que el público conociera de sobra parecía ser la estrategia más segura, y siguiendo el ejemplo de Rogue One, la película protagonizada por el contrabandista más carismático suponía también una precuela a la sacrosanta trilogía original. Pero, también siguiendo el ejemplo de Rogue One, la producción estuvo plagada de problemas.
Para empezar, vimos la sustitución a mitad del rodaje de Phil Lord y Chris Miller, los directores inicialmente contratados y responsables de La LEGO Película, la duología Infiltrados en clase y Lluvia de albóndigas, a manos de Ron Howard.También hubo rumores de que el encargado de emular a Harrison Ford de joven, Alden Ehrenreich, necesitó un profesor particular para rodar sus escenas. Por supuesto, estas circunstancias son externas al resultado final de la película, pero es inevitable pensar que toda esta mala prensa haya enfriado los ánimos de los fans, y puede que esté relacionada con el resultado en taquilla.
Unas cifras algo decepcionantes
Han Solo: Una historia de Star Wars ha tenido una recepción enormemente distinta a su predecesora, ya que las críticas han sido mucho más tibias. Sin embargo, al margen de las opiniones que haya podido deparar el producto definitivo, una cosa es segura: la taquilla no ha acompañado tan bien como otras veces. Esos 172 millones de dólares recaudados (y subiendo, pero no demasiado) le han hecho mucha ilusión al bueno de Ron Howard, pero quedan bastante lejos de los 1322 de Los últimos Jedi, los 1056 de Rogue One, y los delirantes más de 2000 millones de El despertar de la Fuerza. Algo ha pasado.
Un posible motivo, excluyendo de la ecuación el ruido generado por el desastroso rodaje, podría ser la gigantesca competencia que se ha encontrado Han Solo a su llegada a las carteleras: Infinity War y Deadpool 2 sigue llevando gente a las salas, y ante la fuerza de Thanos y el carisma de Ryan Reynolds poco puede hacer un Han Solo que ya no es Harrison Ford, por mucho que durante años pensarais que eran la misma persona.