El próximo 'spin-off'
El mismo viernes de estreno de Han Solo, se anunció que Boba Fett sería el siguiente personaje en contar con su propia película individual, y que James Mangold, casi con total seguridad, la acabaría dirigiendo. En apariencia, se trataba de una jugada muy inteligente: tras Logan el prestigio de Mangold está por las nubes.Y además, claro, el cazarrecompensas siempre ha tenido un fandom enorme e inversamente proporcional a los minutos que apareció en pantalla en la trilogía original.
Igual esto no es tan buena idea como parece. Han Solo es el personaje más carismático de Star Wars, con el permiso de Darth Vader, y su película en solitario ha ido como ha ido. ¿Debería ser Boba Fett el protagonista de un nuevo film, alquien que debe su fama exclusivamente a los warsies más combativos? Es para replanteárselo, pero es que, desde luego, Disney tiene que replantearse muchas cosas.
Todo lo que viene
Más allá de Boba Fett, también se ha hablado de un spin-off de Obi-Wan Kenobi dirigido por Stephen Daldry en el que, para desgracia de todos, es poco probable que haya números de claqué en tejados. Y, fuera de los spin-offs, hay programada una nueva serie del creador de Star Wars: Rebels, Dave Filoni, que lleva por título Star Wars: Resistance y en la que podremos ver a Capitán Phasma con más de dos segundos en pantalla. También está el Episodio IX, por supuesto, donde veremos cómo J.J. Abrams arregla las travesuras de Rian Johnson y... mucho más.
Una nueva trilogía entera para Johnson, una serie de acción real para John Favreau, películas dirigidas y escritas por los showrunners de Juego de Tronos... parece que hay Star Wars para rato, pero nadie debería olvidar lo que ha pasado con Han Solo. La película de Ron Howard debería servir de toque de atención a Disney, y hacerle saber que Star Wars, por el mero hecho de ser Star Wars, no siempre va a ser una garantía de éxito. O... sí, para qué nos vamos a engañar, pero quizá haya que variar algo la estrategia. No sé. ¿Y si espaciamos un poco más las películas? En plan una cada dos años, algo así, a ser posible sin despedir más directores...
Igual así las cosas siguen yendo bien, que es lo que queremos todos porque al fin y al cabo, y será mejor que lo asumamos ya, que Disney comprara Lucasfilm hace seis años fue lo mejor que nos pudo pasar. Sólo falta relajarse un poco con la nostalgia, y dejarle a Rian Johnson que haga lo que le dé la real gana, para que volvamos a creerlo de nuevo.