Mark Ruffalo ha conseguido ser uno de los Vengadores favoritos del público siendo también uno de los más sencillos y humildes. Mientras los detalles de las vidas de algunos de sus compañeros de reparto han trascendido más a los medios, en el caso de Ruffalo suele ser un misterio y lo cierto es que su vida ha sido de todo menos aburrida. Es, prácticamente, un ejemplo de superación, según el reportaje de Nicki Swift. ¿Te imaginas la típica vida de actor de Hollywood que estuvo prácticamente arruinado antes de alcanzar el éxito? Pues ese es él.
De ser una familia normal, a la ruina
Ruffalo contó en una entrevista con Men's Journal que pasó de vivir en una familia completamente normal a estar en la ruina absoluta después de que su padre les abandonara. Viéndose en esta situación y sabiendo que no era buen estudiante -cree que ha sufrido dislexia durante años pero no le fue diagnosticada-, decidió mudarse a un apartamento con dos amigos y su hermano Scott: "Hacíamos un enorme bol de pasta con atún y es lo que comíamos toda la semana. La mejor y peor época".
Ataques de ira y ansiedad
En su veintena, Mark Ruffalo estaba enfadado todo el rato, según sus propias palabras. "Era la representación de un jovencito enfadado con complejo persecutorio. Luchaba como joven actor, sufriendo con peleas imaginarias o reales de otras personas. Así que [con Hulk] no fue muy difícil revisitar esos lugares". Tras hacer cientos de audiciones de las que no recibió respuesta, empezó a llevarse el enfado a casa: "...hubo una época que, si venías a mi apartamento, había carteles colgando de sitios muy raros porque tapaban los puñetazos a las paredes".
Para poder calmar estos ataques y la voz en la cabeza que no le dejaba dormir, decidió probar la meditación, ya que había ayudado mucho a un amigo suyo que era adicto a las drogas. "Es una práctica diaria que calla tu cerebro y, por extraño que parezca, en realidad ralentiza el tiempo, por lo que no estás tan atrapado en tu reacción inmediata a las cosas". Por lo visto, le funcionó a la perfección.
Su hermano fue asesinado
Probablemente la peor época en la vida del actor llegó tras la muerte de su hermano Scott en 2008. El cuerpo apareció en su apartamento con un tiro en la cabeza y las personas que se encontraban con él aquella noche declararon que fue él mismo quien se disparó jugando a la ruleta rusa "bajo el efecto de sustancias controladas".
Al sufrir esta tragedia, Ruffalo decidió salir de la producción en la que estaba participando en aquél momento, Greenberg. Al final resultó ser algo bueno, ya que cuando volvió a la actuación, recibió el reconocimiento de la Academia y fichó por el Universo Cinematográfico de Marvel.
Tumor en el cerebro
En 2001, Mark Ruffalo estaba pasando por una época genial en su carrera cuando recibió la peor de las noticias: "Era mi gran época. Ahí estaba con uno de mis héroes, Robert Redford, haciendo escenas 'walk and talk'. Estaba como '¿Qué coño hago aquí? ¡Mis sueños más grandes se han hecho realidad!... Y luego descubrí que tenía un tumor cerebral".
Curiosamente, Ruffalo soñó que tenía un tumor cerebral y le dijo a su mujer que iba a hacerse un chequeo. Esta se quedó blanca como una sábana cuando se enteró de que estaba en lo cierto. Le operaron con un 80% de probabilidades de quedarse sordo de un oído y 20% de que sus nervios faciales quedasen dañados.
Estaba tan seguro de que iba a morir que grabó una cinta a su hijo Keen, el cual acababa de nacer hacía unas semanas. La operación fue bien, pero tuvo la cara paralizada durante 10 meses. "Las probabilidades de que los nervios volviesen a su estado natural disminuían cada mes y el séptimo mes ya era el punto de no retorno. Finalmente, la parálisis comenzó a desaparecer. Todo desapareció en un año".
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