"Descubrí que no hay historias sobre mujeres lidiando con la naturaleza. Apenas las hay". Ese fue el hallazgo que convenció a Baltasar Kormákur para llevar a la gran pantalla la historia real de una mujer que sobrevivió en medio del mar solo con un velero destrozado. A la deriva, la nueva cinta del director de Everest, ya está disponible en cines y, gracias a Diamond Films España, te traemos una entrevista en EXCLUSIVA con Kormákur en la que nos habla de estas estas y muchas otras cosas.
A la deriva cuenta con Shailene Woodley (Big Little Lies) en el papel de Tami, la protagonista de esta historia. Una mujer a la que Kormákur pudo conocer en persona.
Hablamos un poco por Skype y la conocí después. Fue magnífico poder tener acceso a ella. Su apoyo a la película fue una gran motivación. Incluso llegó a enviarme dibujos de cómo hizo algunas cosas. Yo quería entenderlo bien para ser realista
En 1983, Tami Oldham y su prometido Richard Sharp se embarcaron en un viaje por mar desde Tahití hasta San Diego y a las tres semanas fueron azotados por el huracán Raymond. Su velero, llamado Hazaña, quedó totalmente destrozado y Tami tuvo que ingeniárselas para poder sobrevivir hasta llegar a tierra.
"Shailene fue mi primera opción. Y la única, la verdad, porque, primero, se parece físicamente a Tami. Me parece una actriz con gran personalidad. No tiene el físico típico de las jóvenes estrellas. Me parece una mujer joven y fuerte. Y eso quería para la historia", afirma Kormákur sobre el fichaje de Woodley.
Sam Claflin (Antes de ti), por su parte, interpreta a Richard Sharp en la cinta. "Al ser inglés, con una forma de hablar muy suave, un chico muy dulce, me pareció que sería perfecto", reconoce. "E incluso Tami, cuando lo vio, se quedó de piedra con él porque se parecía demasiado a Richard. Dijo: 'Me da escalofríos", recuerda.
La dificultad del mar
Uno de los momentos más complicados del rodaje fue trasladar la producción al agua. "No me gusta poner en peligro a nadie, pero quería poder llegar a ese límite", explica el director. En un momento dado, el equipo pasó seis semanas en el agua, 14 horas al día, para poder trasladar la historia de Tami a la gran pantalla. Kormákur reconoce que, para facilitar uno de los momentos más difíciles del rodaje, se necesitó una gran flexibilidad.
Sobre todo, has de ser flexible con tu planificación, porque el clima no se ajusta a tu agenda. Lo que suelo decir es que agachas la cabeza ante la naturaleza y aceptas lo que te da. Debes estar dispuesto a adaptarte. Y si estás dispuesto a ello, consigues cosas asombrosas, porque hay que estar abierto a las sorpresas
Sobre estas líneas, no te pierdas la entrevista a Kormákur y, a continuación, el tráiler de la película.