Antes de que comenzara el rodaje de Ant-Man y la Avispa, Michelle Pfeiffer casi abandona la película. Pero esto no quiere decir que no se sintiera bien con su personaje, o hubiera algo que la disgustara, sino que es un hábito que la actriz conserva desde que empezó en el cine, y que la lleva a plantearse estar o no en un nuevo proyecto.
En una entrevista con The Hollywood Reporter, el realizador de la secuela Peyton Reed, habló de cómo la actriz le confesó la tendencia que tiene de dejar un proyecto en el último momento. “Era muy graciosa, porque una de las primeras cosas que me dijo fue: '¿Sabes? Te lo voy a decir de antemano. Mi proceso en cada una de las películas que he hecho en mi carrera, he tratado de retirarme de la película en el último minuto. Ese es mi 'modus operandi'". Cuando Pfeiffer le dijo a Reed que posiblemente dejaría la película en el último minuto a él no pareció importarle y le siguió argumentando las razones por las que debía formar parte de la película.
En la secuela, Pfeiffer da vida a la Avispa original, madre de Hope Van Dyne (Evangeline Lilly), y lo único que sabemos es que está atrapada en el Reino Cuántico. Ant-Man y la Avispa se sitúa entre Capitán América: Civil War y Vengadores: Infinity War, momento en el que Scott Lang/Ant-Man (Paul Rudd) no tiene más remedio que aceptar las condiciones de los Acuerdos de Sokovia y someterse a arresto domiciliario. Algo que durará hasta que Hope y su padre, Hank Pym (Michael Douglas), le ofrezcan una nueva misión a la que no se podrá resistir. ¡Estreno 4 de julio en cines!