Otro actor al que engañaron fue al padre Karras de El exorcista y, en su caso, más que un susto fue una sorpresa muy desagradable. Mientras estaban rodando la escena donde la niña protagonista vomita por todas partes, no le dijeron a Jason Miller que el vómito iba dirigido a su cara. Sabía que iba a vomitar, dado que la pequeña Linda Blair tenía tubos por todas partes, pero no se esperaba terminar con el rostro lleno de crema de guisantes -sí, esa es la sustancia verde que vomita-. Miller fue tan profesional que terminó de grabar la toma, pero estuvo todo el día enfadado.
Si es difícil contener la tensión frente a la pantalla, imagina tener que grabar algunas de esas escenas.