Puede que los actores de El proyecto de la bruja de Blair no fuesen perseguidos por ninguna bruja, pero pasaron el mismo calvario que sus personajes. Literalmente, estuvieron perdidos en mitad del bosque y solo tenían los recursos que el equipo del filme les daba: herramientas para que se orientasen, el equipo de grabación y algo de comida.
Esto puede sonar a una buena aventura, de no ser porque ahí estaban los directores intentando que pasasen la peor experiencia de sus vidas. A medida que pasaban los días, fueron dándoles menos y menos comida para aumentar su rabia e incomodidad y les seguían en secreto para romper ramas en mitad de la noche y hacer ruidos que les asustasen.