Este fin de semana Marvel no ha tenido tiempo para descansar, y es que el viernes Disney decidió despedir a James Gunn como director de Guardianes de la Galaxia Vol. 3 tras la polémica generada por partidarios de Donald Trump. Algunos de los seguidores más acérrimos del Presidente de los Estados Unidos de América, no dudaron en cargar contra el director por unos tuits publicados entre 2009 y 2012 y por los que ya pidió disculpas.
A tenor de esto, el estudio se apresuró a despedir al director provocando así un aluvión de opiniones a favor y en contra de la decisión. Las más sonoras han sido las de la gente que se ha posicionado en contra, desde miembros de la industria de Hollywood y compañeros de trabajo como Dave Bautista o Sean Gunn, hasta fans que han creado una petición en Change.org que en estos momentos lleva casi 200.000 firmas en tan solo 48 horas.
Pero este lunes nos ha sorprendido la decisión de Michael Rooker, quien ha optado por responder al despido de Gunn abandonando la red social Twitter, fruto de la polémica. Con este hilo de mensajes en los que explica que después de hoy su cuenta quedará desactivada: "Estamos muy cansados y molestos por las continuas estupideces ni yo ni mi representante usaremos Twitter de nuevo. Twitter apesta y no quiero tener nada que ver con eso".
Cabe señalar que Rooker no es el único actor que ha tomado esta decisión en los últimos tiempos. Recientemente se han dado dos casos en España, el del actor y director Javier Ambrossi y el de la 'influencer' Dulceida. Los dos han optado por volcar su atención a Instagram abandonando Twitter, una red que consideran cada vez alberga más odio.
Y es que, una de las defensas en el caso de James Gunn -además de que era bromas y que este ya pidió perdón por ellas en su momento-, es que Twitter ha cambiado mucho con el paso de los años. De ser una red social centrada en el humor y en compartir noticias o experiencias breves, ahora proliferan los hilos para narrar auténticos cuentos o novelas, así como los reyes de la moralidad y la ética absolutas y los haters.