El movimiento #MeToo y Time's Up ha cambiado por completo la industria del cine y ha provocado que ahora veamos como inadmisibles algunos comportamientos que antes eran habituales. Si echamos la vista atrás encontraremos ejemplos tan escandalosos como lo que tuvo que vivir Scarlett Johansson en los Globos de Oro 2006.
Durante su paso por la alfombra roja, la actriz de Vengadores: Infinity War se paró para dar una entrevista a Isaac Mizrahi y, mientras hablaban sobre el vestido que llevaba y qué tipo de sujetador tenía, este le tocó un pecho. El gesto causó revuelo en su época, pero nada comparado con lo que ocurriría en la actualidad, con los usuarios de Twitter atentos a cada declaración o imagen fuera de lugar.
Años después, Mizhari estaba promocionando su propio proyecto y habló sobre el incómodo momento: "No fue desagradable. Le pregunté: '¿Llevas sujetador? ¿Llevas sujetador sin aros?'. Ella dijo 'Oh, bueno', así que respondí 'Espera un momento, solo quiero... [imita el movimiento]'. [...] Luego vino toda esta locura. Estaba en la portada de periódicos en India. [...] Para mí era tan natural como dar la mano al saludar a alguien... Y no lo era. Al mirarlo con perspectiva pienso 'Oh, era verdad'. Cuando eso pasó, tuve miedo y no pensé 'Un minuto... Solo estaba dándole la mano'. No dije nada".
Johansson ha cambiado mucho desde que saltase a la fama con Lost in translation en 2003, cuando apenas tenía 19 años. En aquella época era considerada una de las grandes 'sex symbols' de Hollywood y acaparaba portadas de centenares de revistas con 'photoshoots' algo subidos de tono. Vivió los inicios de su carrera bajo la sombra de este estereotipo pero ha sabido darle la vuelta. Ahora se ha convertido en una de las imágenes del feminismo y dio un sonado discurso en la Marcha de las Mujeres en Washington celebrada en enero de 2017.
Hoy mismo se ha conocido que Scarlett Johansson es la actriz mejor pagada de Hollywood, con unos ingresos que ascienden a 40,5 millones de dólares. Aún así, la diferencia con sus compañeros hombres sigue siendo abismal. El actor mejor pagado, Dwayne Johnson, se ha hecho con 124 millones de dólares.