Winnie de Pooh es uno de esos personajes que tengas la edad que tengas te hacer querer achucharle. Sin duda, este adorable oso de peluche que se vuelve loco por la miel, creado por Alan Alexander Milne, te hace volver a tu más tierna infancia y recordar aquellos días en los que sólo te importaba jugar, jugar y volver a jugar. El personaje, que ha protagonizado numerosas series y películas, vuelve a los cines en su versión más realista, en Christopher Robin, un filme en el que Pooh hará lo posible por devolver la ilusión a la versión adulta del niño que da nombre a la película.
En SensaCine ya hemos visto la película, y te contamos cuáles son los 5 detalles que te harán querer viajar al Bosque de los Cien Acres.
Una historia original
Aunque esta no es la primera vez que Christopher Robin y Winnie de Pooh son los protagonistas de un producto televisivo o cinematográfico, la cinta dirigida por Marc Forster narra una historia diferente a las contadas hasta la fecha. A diferencia de otras producciones, el filme protagonizado por Ewan McGregor no se basa en la historia real de Robin, el hijo del creador de Pooh y el resto de sus amigos, sino que narra cómo es el reencuentro entre el ahora adulto Christopher y su antiguo oso de peluche.
Las verdaderas prioridades de la vida
Christopher Robin tiene una familia que le adora, pero tiene una cierta adicción al trabajo. Esto hace que haya perdido la ilusión por todo, hasta tal punto que ha dejado de sonreír. Para intentar cambiar esto reaparece en su vida el que fuera su amigo de la infancia, el adorable Winnie de Pooh que le ayudará a darse cuenta de lo que verdaderamente es importante en la vida, y desde luego el trabajo no lo es. Pooh le hará ver que estar con la familia y disfrutar de los buenos momentos rodeado de los que quieres es por lo que de verdad tiene que preocuparse.