Este viernes 3 de octubre llega a las salas de todo el país Viaje al cuarto de una madre, debut en el largometraje de la directora Celia Rico. SensaCine se ha sentado a hablar con su protagonista, la dos veces ganadora del Goya, Lola Dueñas. La actriz nos ha hecho un pequeño repaso de su trabajo en Francia, la preparación de su personaje y hemos comentado la situación de la mujer en el cine español.
Viaje al cuarto de una madre es una película pequeña, pero que trata muchos temas como el amor, la soledad, el paso a la madurez…
De este proyecto me gustó todo. Desde la primea vez que leí el guion, que me mandó la directora, pensé que estaba tan bien escrita como al final ha quedado en la película. Era un guion redondo y precioso. Luego ya cuando conocí a Celia Rico (la directora) me quedé prendada de su trabajo. Tienes razón, con cosas muy pequeñitas ella cuenta cosas extraordinarias y ese es su gran talento.
Durante gran parte de la película soportas el peso dramático tú sola. ¿Cómo trabajaste en este aspecto con la directora?
Hicimos mucho trabajo antes de rodar la película. El personaje ya estaba construido antes de empezar al filmar. Cuando nos pusimos manos a la obra ya sólo teníamos que rematar, eran detalles por parte de Celia Rico que nos decía: "más chiquitito, hazlo más chiquitito". Fue genial, porque era justo como había que hacerlo.
¿Cómo ha sido rodar todo el rato en espacios tan reducidos?
Ha sido complicadísimo. Yo salí un día solo, y fue para rodar dos escenas, igual que Estrella. Al final acabas mezclando realidad y ficción, por lo que me sentía muy a gusto con mi mesa camilla y mi brasero. ¡Incluso cuando me tocó rodar en exteriores me sentí insegura! (risas).
¿Qué tal llevas el hecho de rodar tanto en Francia últimamente?
Lo llevo fenomenal porque era un sueño que yo tenía y por eso me fui. Me encanta. Adoro el hecho de poder combinar el rodar aquí y allí. Me parece una maravilla porque, además, soy fan del cine francés desde siempre. Siempre he querido trabajar allí.
Hablando de cine francés, me encanta Alleluia de Fabrice Du Welz. ¿Qué me puedes contar del rodaje de esa película tan loca?
Me encanta esa película y me encanta que me hables de ella porque aquí pasó inadvertida. Pero es algo que me ha pasado con la mayoría de las producciones francesas en las que he trabajado: que no se han estrenado aquí. Es algo que me da muchísima peña… El rodaje de Alleluia fue brutal. ¿Sabes que Fabrice Du Welz está rodando ahora una versión con niños? ¡Pues ya tiene a su mini Gloria! (risas). Aquel fue un rodaje muy intenso, en el que adelgacé dos tallas incluso. Volvía a mi apartamento París hecha una mierda emocionalmente y físicamente. Fui a visitar a un amigo de Madrid, que vivía allí, y me preguntó qué me pasaba. Fue entonces cuando me derrumbé y comencé a llorar. Era una interpretación bestial que apenas me dejaba dormir y tenía implícitos muchos sentimientos negativos: movías el odio, el rencor, la violencia… Era agotador pero el resultado fue genial.
¿Estás preparada para los premios que se te vienen encima con Viaje al cuarto de una madre?
Eso no se sabe nunca. Yo voy tranquilamente… Vamos a ver qué pasa mañana con el público. Pasito a pasito.
Aunque la situación es diferente, yo he visto a mi madre reflejada en muchos aspectos de la película. ¿Has tomado alguna referencia cercana o familiar para inspirarte en el papel?
Este trabajo lo haces antes del rodaje. Me ayudó muchísimo la madre de Celia Rico, que fue mi maestra de costura, y también me sirvió mucho de inspiración. La pintura de uñas que lleva mi personaje en la película era la que llevaba ella, por ejemplo. A mí me gustaba ver sus manos mientras cosía, y me gustaba que se parecieran a las suyas. El personaje se va construyendo con cosas de allí y de allá, y con esos rasgos montamos un puzle.
¿Cómo ves el papel de la mujer actualmente en el cine español?
Creo que están pasando un montón de cosas y esta película es un buen ejemplo. Pero también quiero decir que Celia Rico es la primera directora con la que ruedo en España, y llevo en el cine desde 1996… En Francia, sin embargo, he filmado más a las órdenes de mujeres que a las de hombres. Aun así, noto que hay un movimiento y que están cambiando las cosas. Es algo que me hace muy feliz.
¿Qué me puedes contar de tus nuevos proyectos?
Pues voy al Festival de Sevilla con una película francesa que se está a punto de estrenar, dirigida por Anne Lix, y titulada Il se passe quelque chose. Se pasó en Cannes y nos fue muy bien. Ahora, me hace mucha ilusión que se pueda ver en un certamen nacional y la pueda ver el público de aquí. Me da mucha pena que películas como ésta o Alleluia no se estrenen aquí…