El papel de Madrid
Aunque el peso de la misión, teóricamente, recaía en Estados Unidos, este no fue el único país que tuvo un papel importante en la misión del Apolo XI. Sin irnos más lejos, Madrid tuvo algo que decir respecto a esta hazaña espacial.
A finales de los años 60, los ingenieros españoles “tenían muy buen conocimiento sobre la materia, pero poco sobre inglés”, afirma José Manuel Grandela, así que las contrataciones que hacía la NASA de profesionales de nuestro país sucedían en el exterior.
Grandela y Pintado accedieron a la misión de esta forma, aunque su lugar de trabajo fue la estación de Fresnedillas, situada a unos 50 kilómetros de Madrid. Ambos estaban encargados de dos tareas: ejercer de intermediadores de las transmisiones entre NASA y Apolo y, además, controlar las constantes biomédicas de los astronautas.
Pintado afirma que Madrid oyó frases tan icónicas como el “The eagle has landed” (El águila ha aterrizado) exactamente 1,3 segundos antes que Houston. Por su parte, el ingeniero destaca que los audios de las transmisiones se oían sin emoción. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Antes de salir a la Luna, Armstrong tropezó. Dos veces. Sus constantes estaban de todo menos estables. Una vez la misión se cumplió, todo volvió a la normalidad
Una de las preguntas que más contestan los dos ingenieros de la NASA son cómo se sintieron viviendo un hito tan importante para la Historia de la Humanidad. De forma quizá sorprendente, la emoción en sí no fue lo que predominó en los españoles. Grandela confiesa:
No sentí nada más que pensar: 'Por favor, que este aparato mío no falle'. Estaba pendiente de vigilar las señales, que todo fuera perfecto
Pintado, por su parte, añadía que, tras la misión, lo que sintieron fue irrepetible. “En ese momento, fuimos conscientes de que habíamos participado en algo que se había hecho por primera, y quizá última, vez”
El futuro
El viaje a la Luna ha sido uno de los hitos más importantes a nivel espacial en la Historia de la Humanidad. Aunque Marte es el objetivo próximo de la NASA, nuestro satélite puede recibir la visita de los astronautas antes de lo esperado.
Anthony Carro, representante de la NASA en España, afirma que visitaremos la Luna en 2023 o 2024: “La misión a Marte es compleja. Para poder estudiar bien las condiciones de la misma, creemos que es importante volver a la Luna, como prueba final antes de la misión”.
El viaje al planeta rojo ha sido uno de los proyectos más ambicionados por Estados Unidos, especialmente cuando Obama estaba en la presidencia. Sin embargo, este presenta una gran dificultad: el tiempo de espera entre transmisiones. Grandela explica:
El tiempo de diferencia entre las transmisiones de la misión del Apolo XI es de 1,3 segundos. Marte, sin embargo, está mucho más lejos de la Luna. El tiempo de diferencia en esta misión rondaría los 20 minutos
Para solucionar este inconveniente, Anthony Carro indica que la única posibilidad es ir a Marte con una nave automatizada, esto es, un vehículo “capaz de solucionar cualquier inconveniente que se pueda presentar”.
El viaje a Marte no tiene ninguna fecha próxima. Lo que sí la tiene es First Man: el primer hombre, que se estrena hoy en los cines. El largometraje cuenta con nombres como el de Ryan Gosling (Blade Runner 2049), encarnando a Neil Armstrong o la ganadora del Emmy este año, por su participación en The Crown: Claire Foy.