Tras el éxito de Pesadillas (2015), que adaptaba a la gran pantalla la obra homónima de R. L. Stine, con Jack Black dando vida al célebre escritor de literatura infantil, Sony Pictures no ha tardado en rodar la secuela, titulada Pesadillas 2: Noche de Halloween. Viajamos a Atlanta, en EE.UU, para presenciar este rodaje, donde hemos podido hablar con el director y los protagonistas. ¡Se estrena este viernes!
Noche de Haloween continúa con la premisa según la cual los monstruos de los libros de Stine cobran vida, con el interés añadido de que en este caso los acontecimientos tienen lugar durante la noche de Halloween, debido a las malas artes del muñeco diabólico Slappy, que vuelve a las andadas en este segundo filme de la serie tras ser descubierto por Sonny (Jeremy Ray Taylor, It) y su mejor amigo Sam (Caleel Harris, Castle Rock) en una casa abandonada.
Sarah (Madison Iseman, Jumanji: Bienvenidos a la jungla), la hermana mayor de Sonny, no sabe cómo lidiar con Slappy, y las cosas se descontrolan después de que su madre (Wendi McLendon-Covey, Los Goldberg) la deje a cargo del hogar durante un par de días. Así que tres jóvenes, asistidos por su excéntrico vecino obsesionado con Halloween Mr. Chu (Ken Jeong, Crazy Rich Asians), tendrán que enfrentarse a los monstruos que aterrizan su localidad durante esa hilarante noche y desbaratar los planes de un siniestro muñeco ventrílocuo.
En la película anterior, Avery estaba detrás de Slappy en todo momento y después lo tuvimos que sacar de la toma con efectos digitales. Pero aquí, como tiene más presencia en pantalla, también construimos un par de robots animatrónicos que se manejan por control remoto
Hablando de Slappy, lo primero que hacemos al llegar al rodaje es precisamente conocerlo tanto a él como a las personas que han hecho posible que cobre vida en pantalla de la manera que lo hace. Y, pese a que sabemos que no es más que un muñeco, aún así nos da algo de repelús sujetarlo. "Llevo cuatro años trabajando con Slappy", nos explica el ventrílocuo Avery Jones. "En la primera película, yo lo manejé. Y la verdad es que estaba deseando que se rodara la secuela para hacerlo de nuevo".
También hablamos con el artista Rick Galinson, constructor del muñeco. "En la película anterior, Avery estaba detrás de Slappy en todo momento y después lo tuvimos que sacar de la toma con efectos digitales. Pero aquí, como tiene más presencia en pantalla, también construimos un par de robots animatrónicos que se manejan por control remoto. Así que tiene algo de Terminator en su interior".
"Hay una secuencia donde Slappy se encuentra dentro de un carrito yendo por una calle con baches, en la que utilizamos su versión animatrónica", continúa Galinson. "Soportó bien los vaivenes de la escena mientras el muñeco realizaba los gestos oportunos. Así evitamos que Avery tuviera que estar pegado a él, para luego tener que editarlo todo con pantalla verde, que es un proceso bastante costoso".
Cuando sujetamos a la versión robotizada, nos damos cuenta del extraordinario trabajo que han llevado a cabo. "En la anterior película, Slappy no era el protagonista. Pero aquí sí", subraya Avery Jones. "Y si ya era malo en ese filme, ¡ahora lo es aún más!". "Tiene muchísima gracia ver a Avery manejar el muñeco", confiesa Galinson. "Improvisando con su voz y todo. Por eso no era de extrañar que en cuanto el director gritaba "¡Corten!" soltáramos la carcajada que estábamos aguantando".
"Hay menos normas cuando eres el malo de la película, que es el motivo por el que muchos actores lo prefieren interpretar", explica el ventrílocuo. "Además, a Slappy no le importan ni su apariencia ni su comportamiento. Es como es, y punto…".
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