La 56ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) está lieralmente a la vuelta de la esquina, y, cuando falta apenas un mes para su celebración, desde el certamen asturiano han anuncido un primer avance que contiene no sólo novedades en término de títulos, sino también conceptuales. Y es que el FICX ha recuperado el programa Géneros mutantes, que homenajea y festeja el cine de género, como sello transversal, esto es, que recorre las principales secciones del festival. Así, mientras que en la sección oficial encontramos el filme bélico To the Ends of the World, de Guillaume Nicloux (El secuestro de Michel Houllebecq), en Rellumes hacen lo propio con un coming-of-age ochentero titulado Winter Flies y dirigido por el esloveno Olmo Merzu.
Hay más nombres y cintas sugerentes en Géneros mutantes con los que recorrer el abanico de posibilidades que los géneros cinematográficos ofrecen en la actualidad: Relaxer, de Joel Potrykus, se podrá ver también en Rellumes y nos traslada a la cuenta atrás del efecto 2000; The Dead and the Others, de João Salaviza y Renée Nader Messora, aterrizará en Esbilla con su Premio Especial del Jurado de Un Certain Regard en Cannes, para desplegar su propuesta misteriosa y sensorial, entre lo místico y lo antropológico; y también en esta sección se verá Land, un post-western sobre nativos americanos a cargo del iraní Babak Jalali.
Dos trabajos vinculados con el fantástico como High Life, el esperadísimo sci-fi Claire Denis con Robert Pattinson, e In Fabric, de Peter Strickland, se proyectarán enmarcados en el programa Crossroads, en colaboración con el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Y otro título fantástico –por partida doble– es Lo que esconde Silver Lake, de David Robert Mitchell, que llegará a Gijón en un pase especial en colaboración con el Festival de Sitges.
Por último, tres títulos del ámbito hispano y latino que también dan cuenta de esa idea del género mutante que el Festival de Gijón quiere poner de relieve. Para empezar, el noir de espíritu pop El Ángel, del argentino Luis Ortega, que también se proyectará en un pase especial. Segundo, Tiempo después, de José Luis Cuerda, la descacharrante y ácida secuela espiritual de Amanece, que no es poco, ubicada en un futuro distópico. Y, para acabar, la ópera prima de Andrea Jaurrieta, Ana de día, un trabajo que sigue las premisas de Luis Buñuel en Belle de Jour con una Ingrid García Jonsson duplicada y misteriosa.