"No digo su nombre". A Spike Lee no le hace falta avisarnos de que no va a nombrar, por nada del mundo, a Donald Trump. Lleva sin hacerlo desde que el actual presidente de Estados Unidos fue elegido como el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Pero tratarle de la misma forma que los personajes de Harry Potter a Lord Voldemort no le ha impedido al realizador de Malcolm X y Haz lo que debas convertir su nuevo proyecto en una crítica a la América de Trump.
Infiltrado en el KKKlan llega hoy, miércoles 31 de octubre, a las salas de cine y en SensaCine hemos tenido la oportunidad de hablar con Lee y su protagonista John David Washington en Londres en una entrevista que encontrarás sobre estas líneas.
BASADA EN UNA HISTORIA MUY REAL
La película ha pasado por el Festival de Cannes -en el que ganó el Gran Premio del Jurado- y por el de San Sebastián y cuenta la historia real de Ron Stallworth, un policía negro que consiguió infiltrarse en el Ku Klux Klan con la ayuda de su compañero Flip Zimmerman, interpretado por Adam Driver. La cinta está ambientada en los años 70, pero la historia recuerda bastante a lo que está pasando en el mundo actual.
"Por lo que está ocurriendo con la opinión pública en la actualidad es mucho más real", afirma Washington sobre la cinta. "Y un buen recordatorio de que ha estado ahí durante un tiempo. Eso es lo que hace Spike. Le recuerda a la gente que estamos lidiando con problemas", añade.
En efecto, la subida de Trump al poder llevará de forma inmediata al espectador al presidente actual a la hora de darle significado a Infiltrado en el KKKlan. Según el intérprete, la película se hubiese percibido de forma diferente con Barack Obama como presidente . "Probablemente, creyéndosela menos", explica. "Sería algo así como: 'Aunque sea una historia real, nunca va a ocurrir. Ya no hablamos así. No hay racismo. ¿Qué es eso?", añade.
¿Está el mundo del revés?
"Todo el mundo está del revés. Patas arriba. Es un momento de locura, de insensatez absoluta, lunático... ¡De locos!", recalca Lee. Y, por lo que nos cuenta el director, el odio tiene mucho que ver en el panorama actual. "Hay demasiado. Eso es seguro", declara. "Y creo que el odio es una gran parte de la estrategia de este tío de Estados Unidos de América", critica el realizador. "No voy a decir su nombre".