Aunque parezca mentira, Keira Knightley tenía solo 17 años cuando grabó Love Actually. En la película se casa con su prometido -Peter (Chiwetel Ejiofor), que le saca ocho años en realidad- y vive cómo Mark (Andrew Lincoln) se obsesiona con ella, pero apenas es cinco años mayor que Thomas Brodie-Sangster, actor que da vida al niño que se enamoraba de una compañera de su colegio.
Por muy adulta que querían que fuese en la gran pantalla, Knightley era una adolescente y, al igual que el resto de los mortales, sufría los problemas de su edad: los granos. En una entrevista con BBC Radio durante la promoción El cascanueces y los cuatro reinos, la actriz ha reconocido que el famoso sombrero que lleva mientras ve el vídeo de su boda es solo para tapar un grano.
Este es el problema de tener 17 años y estar grabando películas. El grano era enorme. No había opción, tuvimos que encontrar un sombrero para cubrirlo. No había iluminación ni maquillaje que lo tapase
Knightley reconoce que, en aquel momento, estaba totalmente avergonzada: "Es curioso cómo recuerdo esta vergüenza extrema. Recuerdo llegar por la mañana y pensar 'Oh, tengo otra cabeza sobre mi cabeza, ¿qué vamos a hacer?'. No hay nada que podamos hacer. Pero sí lo hay, siempre puedes ponerte un sombrero para taparlo".
'Love Actually': ¿Cómo están los protagonistas en la actualidad?