Margot Robbie estrenará María reina de Escocia en febrero, una película que ha supuesto un gran paso en su carrera. Después de Yo, Tonya, la actriz continúa desarrollando una carrera cinematográfica sólida, prescindiendo por completo de los papeles donde solo importaba su físico -por ejemplo, El lobo de Wall Street-.
Robbie ha declarado en una entrevista con Harper's Bazaar que ha sido muy enriquecedor poder interpretar a alguien como la reina Isabel I de Inglaterra. Tenía que pasar por tres horas y media de maquillaje cada día, lo que provocaba que sus compañeros la tratasen de manera diferente.
Decía '¿Cómo has pasado el fin de semana?' pero ellos no eran cercanos conmigo. Era muy alienante, me sentía muy sola. Fue un experimento social interesante
Incluso ha notado la diferencia en las órdenes del director y ha podido profundizar en la personalidad del personaje antes que el físico: "Normalmente, alguien llega y dice '¡No, que todas las chicas estén guapas!', pero el director Josie Rourke quería explorar cómo la apariencia de Isabel I de Inglaterra afectaba a sus relaciones".
Para participar en la película, la actriz se camufló entre prótesis: "Sorprendentemente, la parte rápida fue el maquillaje blanco y el marcado colorete, las cejas y los labios". Su compañera de reparto, Saoirse Ronan, destaca la presencia que tiene por mucho que cambie su apariencia: "Incluso cuando tiene un papel glamuroso, tiene esta presencia brillante y fuerte. Parte de eso es porque es una persona muy sincera y auténtica. Es muy abierta".