En una película como El regreso de Mary Poppins, el vestuario es uno de los aspectos más importantes en el proceso de pre producción. Tanto es así que la conocida diseñadora Sandy Powell comenzó a preparar los primeros bocetos en septiembre de 2016, inspirándose en las fotografías y anuncios de moda de antaño que pudo encontrar. Con todo ello, y siguiendo las exigencias del director del filme, Rob Marshall, cuya intención era crear, según explica la propia Powell, un escenario "invernal, oscuro, gris y con niebla, es decir tal y como es Londres en invierno", la artista diseñó una paleta con tonos y colores oscuros.
Powell tenía algo muy claro: quería que cada personaje luciera un 'look' determinado, con detalles a medida, que permitieran al espectador indentificarlo nada más verlo en pantalla, y conseguir que fuera recordado por siempre como aquella primera aparición de Mary Poppins. "Recuerdo muy bien su silueta con el sombrero y el abrigo ajustado que le llegaba justo por encima de los tobillos y que dejaba ver sus pequeños pies". Por ello, la diseñadora soñaba con poder diseñar algo similar para Emily Blunt, pero que se ajustara a la época en la que se desarrolla la acción, los años 30.
El 'look' que tiene cuando llega -con una blusa blanca con lunares, una pajarita roja, una falda de lana azul y un abrigo azul con cintura estrecha- es sin lugar a dudas el traje más importante de toda la película porque es el que recordará todo el mundo. Mary Poppins es una institutriz y, aunque es bastante estricta, tiene un gran corazón. La manera de vestir de Mary Poppins raya la perfección, así que quería que pareciera elegante y sofisticada pero nada frívola
Para conseguir un diseño que se ajustase a la perfección a la niñera, reconoce que eligió "formas y patrones bastante fuertes, audaces y geométricos con telas con muchos zigzags, galones y lunares, que estaban de moda en la época". Powell tampoco podía olvidarse de los accesorios de Poppins, y aunque "no lleva joyas porque es una mujer práctica", no podía faltar "el sombrero, los guantes y los zapatos a juego", elementos indispensables en las "damas de la época". La diseñadora eligió un sombrero tradicional de paja de los años 30 teñido de rojo, adornado con un pequeño petirrojo, prendido con un alfiler, que se talló en corcho con plumas de seda bordadas. Un adorno, considerado como uno de los más complejos de elaborar por parte del departamento de vestuario, que luce de forma diferente en otro momento de la película.
Sandy Powell es conocida por su afán innovador, como se puede apreciar en la secuencia de fantasía del tazón Royal Doulton, en la que los personajes de acción real lucen unos trajes pintados para que encajaran a la perfección en el mundo animado dibujado a mano en 2D. Para conseguirlo trabajó junto a ocho artistas textiles que pintaron las telas para que, en la pantalla, se vieran tridimensionales en la pantalla.
A lo largo de 9 meses, la diseñadora tuvo la posibilidad de experimentar con diferentes materiales, texturas y pinturas hasta conseguir los ideales para el diseño final. Durante este tiempo creó 448 trajes originales para las decenas de personajes principales, secundarios y extras que aparecen en la película.
El regreso de Mary Poppins ya está en los cines españoles, ¡no esperes más y corre a ver cómo lucen todos y cada uno de sus personajes en esta inolvidable historia!