La alfombra roja de los Globos de Oro 2019 ha contado con un personaje inesperado: la ya conocida chica del agua. Cualquiera que haya seguido los acontecimientos de la 76ª edición de estos famosos premios sabrá que una azafata de la marca Fiji ha conseguido colarse en casi todas las fotografías de los invitados. Esta estrategia de 'marketing' no ha funcionado con una actriz en concreto: Jamie Lee Curtis, la única que ha logrado evitar el 'photobomb' de la citada noche.
La protagonista de La noche de Halloween ha expresado su descontento con este tipo de acciones comerciales en una gala de premios. Según explica, ninguna marca debería hacerse una fotografía con un personaje público a menos que tenga permiso para ello, pues supone aprovecharse del 'status' de una persona con ánimo de lucro.
"Me aparté específicamente de la azafata de promociones de Fiji & Möet. Sabía que había un fotógrafo preparado y me moví porque no quería hacer publicidad para ellos. Los promotores de estos eventos tienen que pedir permiso de la gente antes de intentar hacerse fotografías con ellos", confiesa en su cuenta oficial de Twitter día después de la gala.
No todos los famosos se dieron cuenta de la estrategia de esta chica o, al menos, pareció no importarles que estuviese presente en el evento. Las redes sociales y los medios se han hecho eco de su presencia y esto le ha servido para incluso grabar un vídeo en el que acepta un premio a la Mejor Actriz Secundaria en una alfombra roja. ¿Qué ocurrirá el año que viene?