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    ¿Por qué Stephen King gusta tanto?

    'Cementerio de animales' tendrá una nueva adaptación en cine el próximo mes de abril, una serie de 'Apocalipsis' acaba de ser anunciada, otras tantas están en desarrollo... ¡Es la época dorada del Maestro del terror!

    Stephen King no siempre ha puesto de acuerdo a los críticos, pero no hay duda de que es uno de los escritores más aclamados del género de terror y su nombre aparece en los primeros puestos de las listas de novelistas recomendados. Sin embargo, ahí no es donde radica el poder de King. El novelista tiene los ingredientes para enganchar a los espectadores y los números le acompañan: las casi 60 novelas del Maestro del terror han vendido más de 350 millones de copias en todo el mundo y han sido llevadas a la gran y pequeña pantalla en decenas de ocasiones. Una de las más recientes, It, ya encabeza la lista de las películas de terror que más han recaudado en taquilla a nivel mundial. Otras son clásicos indiscutibles del género, como Carrie o Misery.

    ¿Qué tiene para gustar de la misma manera a un adolescente de un pequeño pueblo de Carolina del Sur que a una mujer de 40 años en la Costa del Sol? El propio King define su obra como "el equivalente literario de una Big Mac y patatas fritas". Ese choque entre ser un auténtico ‘best-seller’ y ser aceptado por la crítica como un gran escritor le ha perseguido durante toda su carrera, lo cual puede haber jugado a su favor.

    La maldición (o bendición) de la popularidad

    King siempre ha escrito para las masas, algo que le impidió ganarse el apoyo de la crítica especializada. Como recoge Vox, la presentadora Lesley Stahl cuestionó sus gustos literarios en una entrevista para 60 minutes en 1997. Alegaba que nunca había leído a Jane Austen y solo un libro de Tolstói. En su lugar, el escritor reconoció que conocía perfectamente la obra de Dean Koontz, autor de terror estadounidense.

    Quizás este alejamiento de King de la literatura elitista es uno de los principales factores que le ha ayudado a convertirse en uno de los preferidos por el público. Mientras esto no está seguro, lo que está claro es que esa dualidad le ha convertido en algo único. Como le define BBC, "King puede simplificar, pero lo hace sin despreciar a sus personajes o lectores. Quizás escriba demasiado, pero sus mejores trabajos perduran. Quizás sea, en ocasiones, juvenil, pero también muy gótico". ¿Por qué el público no puede disfrutar de una buena historia que pueda leerse sin quebraderos de cabeza?

    Warner Bros.

    Protagonista de su propia historia de terror

    Si hay una persona que estaba predestinada a convertirse en un pilar clave de la literatura de terror ese es Stephen King. Que su madre amase cualquier cosa "terrorífica" y "espeluznante" le acercó a las historias del género y comenzó muy pronto a buscar el terror en la butaca del cine: "Cuando era niño, fui a ver todas las películas de terror que podía. A veces mi hermano iba conmigo. Mi hermano era dos años mayor y se tapaba la cara con el sombrero. Yo nunca me la tapaba".

    Pero lo que más le marcó fue una horrible tragedia que le ocurrió cuando era pequeño. "Ocurrió cuando apenas tenía cuatro años. Según mi madre, me había ido a jugar a casa de un vecino -la casa estaba al lado de una vía de tren. Una hora después de haberme ido, regresé, según ella, "blanco como un fantasma". No pude hablar durante el resto del día. No le podía decir por qué no había esperado a que me recogiese o por qué no la había llamado para volver a casa. [...] Resulta que el niño con el que estaba jugando había sido atropellado por un tren mientras jugábamos o cruzábamos la vía... Mi madre nunca supo si había estado cerca de él cuando pasó. No tengo memoria del incidente, solo lo que me dijeron después", explica el propio King. Muchos críticos sugieren que así fue como despertó la negra imaginación del novelista. Aunque no está del todo clara la influencia de este hecho, lo que sí asegura es que el haber sido un niño torpe y obeso, marginado por los otros niños de su entorno, hizo que tuviese que enfrentarse a muchas emociones y la muerte siempre fue una de sus obsesiones. "Estaba totalmente convencido de que no llegaría a la veintena. Me veía a mí mismo volviendo a casa de noche, en la oscuridad, en una calle desierta, y alguien o algo saltaría de entre los arbustos y eso sería todo. La muerte como concepto y la gente que reparte muerte me intrigaban".

    El otro gran suceso que ha marcado su obra fue el accidente que sufrió en 1999. Stephen King estaba caminando cerca de una carretera estatal de Maine cuando el conductor de un camión se despistó y terminó arrollándole. Estuvo consciente en todo momento, pero sufrió múltiples roturas de su pierna derecha -los médicos consideraron la amputación-, el colapso del pulmón derecho, la cadera rota y laceración en el cuero cabelludo. King reconoce que el accidente no cambió su modo de escribir, pero le aportó nuevas experiencias para utilizar en sus siguientes novelas. Estar recuperándose en su casa probablemente le ayudó a reflexionar sobre su vida y esto resultó en el libro Mientras escribo. Entre las visitas de las enfermeras y los dolores, escribió una novela que, más que dar consejos a futuros escritores, supone una introspección hacia sus experiencias y adicciones.

    El verdadero terror está en lo cotidiano

    Si las historias de Stephen King logran remover las tripas de los más estoicos es porque el terror surge de las escenas más cotidianas. El escritor es un experto en el miedo terrenal, es decir, en los temores más arraigados en los seres humanos. En Cementerio de animales, el foco del terror es la muerte de los seres queridos y cómo cada uno lleva el duelo de una manera diferente. La historia está adornada con complementos de fantasía y otros propios del género -como una niebla que paraliza a los protagonistas o apariciones de gente ya muerta-, pero, si nos quedamos con el corazón de la historia, lo realmente espeluznante es pensar en las tragedias que pueden ocurrirles a tus hijos o a tu pareja.

    El medio The Conversation va más allá y analiza en profundidad los temas que se repiten en su obra: la pérdida de inocencia, el abuso y la batalla entre el bien y el mal. De nuevo, asuntos universales a los que todos nos enfrentamos en un momento u otro. "Una de las grandes habilidades de King como autor es que puede entender los miedos de sus lectores y traducirlos en ficción. Desde el abuso hasta la soledad de la pobreza o el hambre, King conecta con sus lectores y les ofrece una sensación de esperanza: gente como ellos, parece decir, puede superar cualquier prueba".

    Sí, sus personajes se ven sometidos a las fuerzas del azar, que no suelen traer nada bueno, pero, finalmente, consiguen logros extraordinarios. El miedo doméstico unido al mensaje de que todos somos más poderosos de lo que pensamos resulta en una historia que perdura en el tiempo, como ya ha demostrado el escritor en más de una ocasión.

    CBS

    La complejidad de sus personajes

    Por lo tanto, consigue que los lectores se sientan identificados con los protagonistas de la novela casi al comienzo de las novelas. Como recoge Karen Woodward, uno de los lemas del escritor es que tiene que conseguir que los lectores puedan "atrapar [a los personajes] pronto y no dejarles ir". Como cualquier novelista, trabaja mucho este aspecto en su obra y ha compartido su método de trabajo tanto en entrevistas como en el libro Mientras escribo.

    "En la vida real, cada uno de nosotros nos consideramos el personaje principal, el protagonista, el gran queso; la cámara nos enfoca. Si puedes trasladar esa actitud a la ficción, quizás te resultará más fácil crear personajes brillantes y será más complicado crear objetos unidimensionales que tan presentes están en la cultura pop", explica Stephen King en una de sus muchas claves para dar complejidad a los protagonistas. Para él es fácil construir un buen personaje si cogemos la inspiración directamente de la vida real: "el tipo malo" o "el mejor amigo".

    Dentro de este punto resulta interesante hablar de la representación de las mujeres en su obra, ya que, al contrario que otros novelistas de su época, son personajes interesantes construidos con respeto. Muchos apuntan a que la buena relación de King con su madre ha ayudado a que no caiga en estereotipos. Este fue uno de los problemas que vio el escritor en El resplandor de Stanley Kubrick y por lo que estaba en contra de ella. Spectator recoge sus declaraciones al respecto. "Cuando vi la película, Jack Nicholson estaba loco desde la primera escena. Tuve que callarme… Es muy misógino. Quiero decir... Wendy Torrance está representada como una histérica".

    En definitiva, podemos observar el cuidado con el que construye a sus personajes, su capacidad para llegar a los miedos más universales y reconocer que su estilo sencillo es toda una ventaja, pero es el conjunto de todo ello lo que provoca que Stephen King sea uno de los mejores -ya lo he dicho- escritores de terror y que sus historias se conviertan en todo un éxito al trasladarse a la gran pantalla.

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