Este viernes 8 de febrero llega a las salas de cine españolas el drama basado en hechos reales White Boy Rick, una historia en la que Matthew McConaughey se convierte en Richard Wershe Sr., el padre del conocido como White Boy Rick. El personaje interpretado por Richie Merritt se convirtió a los 14 años en informante encubierto del FBI y narcotraficante, haciendo historia como el "chivato" más joven de la historia.
Su adolescencia y sus vivencias en aquellos años -que terminaron por enviarle a prisión- es una de las más famosas y por ello el director Yann Demange ('71) ha decidido trasladarla a la gran pantalla. En SensaCine hemos tenido la oportunidad de hablar con él durante su visita a España con motivo del Cine Europe 2018 en Barcelona, para analizar junto a él las profundidades de una historia que va más allá de las noticias de los periódicos, es la relación entre un hijo y su padre.
Lo primero que tienes es una historia sobre una familia que intenta sobrevivir y salir de la pobreza. Detroit [en los años 80] era la personificación del 'Sueño Americano'. La foto de postal del 'Sueño Americano', que por la noche fue destruido y el resto del país les dio la espalda. La panorámica general cambió y esta familia fue como otras familias blancas perdidas que se quedaron en el lado este de Detroit, post-fuga blanca. Este chico estaba totalmente integrado en la comunidad afroamericana
Demange deja claro que decidió centrar sus esfuerzos en reflejar la forma de vida del Detroit de los años 80 en el que personas de distintas razas de mezclaban y convivían, es por ello que sabía que necesitaba a un chico que entendiese lo que era la pobreza real en América, y la convivencia con los afroamericanos de dicha ciudad o de ciudades que hubiesen pasado por algo similar. "Recrear Detroit ha sido difícil porque la de los años 80 no existe ya, por lo que tuvimos que rodar en Cleveland. Esta no es una película barata, East Side Cleveland es similar a cómo era el Detroit de los años 80, es un poco post-apocalíptico".
Lo principal: alejarse del brillo hollywoodiense
La película siempre ha tenido el riesgo de ser demasiado 'hollywoodiense', a veces las historias reales pecan de tener ese brillo. La elección de contratar a Matthew McConaughey... creo que es la correcta porque personifica esa verdad, esa creencia en la promesa de América. Al ficharle a él se convirtió en necesidad buscar a alguien que le anclase, alguien que evitase que se convirtiera en una película exagerada
Demange y su equipo trabajaron durante un año en busca del niño adecuado. Hicieron pruebas a muchos jóvenes, algunos incluso han recibido nominaciones al Oscar y serían perfectos para el papel, pero prefirieron adentrarse en los barrios marginales y buscar en institutos donde la mezcla fuese genuina y real: "Cuando acudieron a hablar con el director de uno de estos institutos, vieron que justo a la salida se encontraba un chico que había sido castigado, y les dijo que podían hablar con él. Y ese es el joven al que acabamos fichando".
El realizador ha querido dejar claro que no va a desvelar el nombre de los otros intérpretes jóvenes a los que hizo pruebas para el papel, porque sería una falta de respeto y es que cualquiera de ellos habría sido perfecto pero es una cuestión de elegir y de opciones: "Me dio la verdad emocional a la que no habría tenido acceso de no ser por él".
El verdadero White Boy Rick
Richard Wershe Jr. fue el informante mas joven en la historia del FBI, su historia dio un giro cuando la agencia dejó de contar con sus servicios y este se convirtió en narcotraficante. En 1987 fue arrestado por tráfico de drogas y ha permanecido en prisión hasta 2017. Fue ahí, entre rejas, donde Demange y McConaughey le conocieron.
Fui a visitarle un par de veces a prisión mientras estaba desarrollando el guion. Me costó bastante tiempo tener el guion definitivo que quería, porque es una historia verdaderamente loca y quería ser fiel a los hechos pero a la vez centrarme en la parte de padre e hijo. Visitarle me ayudó mucho porque pude entender mejor los hechos y por qué fue aceptado en la comunidad. Es un tío realmente divertido, muy divertido. Va a cumplir 50 años y lleva en prisión desde los 17. Es alguien carismático, divertido, encantador, puedes entender qué veían en él y por qué confiaban en él
Demange explica que Rick leyó los guiones a petición suya. La intención del director siempre ha sido la de mantenerse fiel a las emociones y a los hechos, pero no a los populares, sino a los que le afectaban directamente a él y a su familia. Por este motivo también decidió llevar a McConaughey un par de horas para que se conocieran, a Richie Merritt no le llevó pero le habló mucho al verdadero Rick de él y este se emocionó. "El chico y él estaban viviendo una vida similar hasta que el FBI le fichó. Por lo que si su vida es capaz de cambiar la de otra persona, como la de este niño, se emociona mucho".
El realizador insiste ante las preguntas de la prensa en esta no es una historia al uso, es la de un padre y un hijo, y es por ello que hasta que no tuvo la idea clara no firmó por ello: "Descubrí la historia debido a un artículo que leí el tema pero no me interesó el proyecto porque solo se centraban en su figura como informante y todo eso, y yo no veía clara la historia, el que se pudiera adaptar a la gran pantalla. Lo dejé pasar hasta que un año después me llegó un primer borrador con cinco escenas que me enamoraron. Me dije que si podría contar esa historia centrada en los problemas familiares, haría la película".
Demange, una vida profesional ligada a Disney
Demange es un director francés criado en Reino Unido y formado profesionalmente allí, en concreto en la Escuela Nacional de Cine y Televisión del país. Lo curioso de su historia es que el acceso a dicha institución no se produjo por la vía ordinaria, dado que su familia no se podía permitir el coste, si no que obtuvo una beca de Disney: "Estoy muy agradecido a Disney por darme la beca. Fui a una escuela de películas que no me habría podido permitir de no ser por ellos, como mucha gente con mis orígenes".
El director profundiza sobre su juventud analizando su relación con Disney y es que sus proyectos, sus ideas, se alejan mucho de lo que el estudio vende en la gran pantalla. En concreto, el corto gracias al que obtuvo la beca era una historia sobre identidad, "sobre crecer en un lugar concreto de Londres como un niño al que insultan todo el rato y del que se ríen·. "Desde luego no era una película de Disney. Las películas que he hecho desde entonces tampoco lo son, pero no es una forma de rebelarme, es que es en lo que creo".
Un junio caluroso en Barcelona, el realizador de una de las sorpresas del año -aunque no haya recibido nominaciones a los Globos de Oro o los Oscar como muchos vaticinaban- reconoce que ahora está obsesionado con la búsqueda de la identidad personal y con ser un marginado, pero: "Quizá en algún momento sí haga una película al estilo Disney con ellos".