Madre no hay más que una, pero padres... hay muchos
El conflicto de la película surge cuando las cuatro protagonistas se dan cuenta de que tienen un padre distinto al que creían. Y se enteran gracias a unos vídeos dejados por su madre. Según Suárez, la progenitora es consciente del distanciamiento que hay entre sus hijas y dispone todo para que recorran el camino juntas.
La condición principal del viaje es que tienen que hacerlo juntas. [Su madre] lo hace así para que se vuelvan a unir […] para que se cree una conexión entre ellas y su interacción no se limite al encuentro del funeral, sino que hagan una pequeña aventura [Blanca Suárez - Sara]
Aparentemente, la madre siempre ha tenido el control de su vida, al menos en lo que respecta a sus retoños. Incluso en sus últimas horas, ha sabido organizar todo para que estos cuatro personajes vuelvan a conectar. Aunque, según nos adelantan las actrices, su vida podría ser diferente en otros aspectos.
La situación no sienta especialmente bien al personaje de Juan Diego. Se trata de un hombre que ha perdido un poco la cabeza; con un poco de demencia y delirios. Pedro es un esposo que adoraba a su mujer, pero no sabemos si conocía su vida y, especialmente, la tarea que encarga a sus hijas.
Como si de Mamma Mia! se tratara, un auténtico catálogo de candidatos a padres salta a la palestra. Y es ese listado el que podría contener los nombres de Carlos Bardem, Tito Valverde, Emilio Gutiérrez Caba y Joaquín Climent. Habrá que esperar para ver las combinaciones de los mismos -si es que finalmente encarnan los papeles previsibles- con cada una de las hijas. Para poner el colofón a esta alocada situación, el filme cuenta con los nombres de Rossy de Palma, cuyo personaje parece ser una amiga de la fallecida, y Maxi Iglesias, que podría ser ese amor del pasado al que tendrá que hacer frente Sara.
Hermanas tras las cámaras
Reunir a cuatro de los grandes nombres del panorama cinematográfico español como protagonistas podía resultar un reto. Sin embargo, la relación entre las cuatro ha ido de maravilla. Belén Cuesta ha catalogado el rodaje como algo "muy fácil y muy divertido". Las cuatro han estado muy unidas.
Ha habido una conexión que a veces pasa y aquí ha pasado. Tenemos la misma forma de trabajar y nos hemos llevado especialmente bien. No hay nada mejor que eso en una comedia. Nos hemos reído, hemos creado una gran confianza y teníamos mucha libertad [Belén Cuesta - Claudia]
Lo cierto es que la producción ha servido para que sucedan reencuentros y, a su vez, primeras colaboraciones. Suárez y Salamanca ya habían coincidido en la primera película de la actriz de Sin Tetas no hay paraíso, Fuga de cerebros, y desde entonces había querido volver a trabajar con ella. Y también quería colaborar con Cuesta y García porque, según afirma, "son personas a las que admiro mucho".
Han sido precisamente las dos actrices de La Llamada, Cuesta y García, quienes han puesto el punto cómico. Además de este musical, ambas habían coincidido también en Villaviciosa de al lado, por lo que la confianza entre ambas era evidente. Simplemente echando un ojo a la escena del entierro, pudimos darnos cuenta de ello. La ganadora del Goya a la Mejor actriz revelación por Blancanieves afirma:
Belén y yo hemos hecho dos películas juntas. Con la mirada podemos decirnos cosas [...] Aunque es verdad que nuestros personajes chocaban mucho y nos costaba entrar [Macarena García - Lucía]
Como si fueran hermanas de verdad, Cuesta sentenciaba: "Son personajes mejores amigos". A pesar de la unión evidente entre el cuarteto protagonista, Salamanca no ha dudado en reconocer, entre risas, que se sentía como la mayor del grupo porque había ciertas palabras que sus compañeras decían y ella no entendía. "Hablaban de cosas que no me entero. Dicen cosas como "Hay salseo". ¿Qué es eso?".
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