Ser niño y querer casarse con John Smith, de Pocahontas, o formar una familia con Jessica Rabbit, de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, es algo más habitual de lo que parece. Al fin y al cabo, ¿por qué poner límites al amor por un detalle tan insignificante como que nuestro 'crush' no exista en la vida real? La experta en paternidad y sexualidad de Birds+Bees+Kids Amy Lang explicaba en un reportaje para The Huffington Post que "pasa todo el tiempo. Los niños tienen romances con personajes de dibujos, ¿por qué no deberían?. [...] Tienen una imaginación que puede llevarles a donde los adultos no llegan. Quizás a los adultos les parezca algo raro eso de enamorarse de Spider-Man, pero los niños no tienen esos filtros".
En la redacción de SensaCine hemos hecho un esfuerzo para reencontrarnos con nuestro yo más joven y hemos recordado el primer personaje de dibujos animados que nos hizo sentir mariposas en el estómago. Estos son los resultados.
John Smith de 'Pocahontas'
El primer amor de mi vida -de dibujos animados y de la vida real- fue John Smith, el apuesto conquistador de Pocahontas. Esa melena rubia y ver cómo hacía todo lo posible por conocer la cultura de la nativa me bastó para querer transformarme en la señora Smith. Mi familia todavía me recuerda las lloreras que me pegaba frente al televisor cuando veía al Capitán malherido, luchando por llegar a Inglaterra sano y salvo. No supe de la existencia de la segunda parte hasta muchos años después, así que, para mí, Pocahontas siempre ha sido una de las grandes tragedias de amor del cine.
Sara Heredia
Jessica Rabbit de '¿Quién engañó a Roger Rabbit?'
Como muchos niños de mi generación voy a escoger a Jessica Rabbit. Recuerdo ir al cine siendo un enano y quedarme prendado de los encantos y la sexualidad que desprendía aquel personaje de la película de Robert Zemeckis. Creo que el momento en el que hace “palmas, palmitas” fue mi despertar sexual junto a la actuación de Sabrina en la Nochevieja del año 1987. Aún sigo suspirando por ella.
Tomás Andrés
Vegeta de 'Dragon Ball'
No sé si es un ‘crush, crush’ en estado puro, pero sí, puedo confesar y confieso que sentía cierta atracción hacia Vegeta. El personaje de Dragon Ball es casi tan popular como Goku, su protagonista, y, de hecho, el favorito de muchos de los grandes amantes de la franquicia. Pensándolo ahora siendo adulta, me doy cuenta de que mi atracción por Vegeta respondía a las mismas razones por las que entre 2004 y 2010 estuve babeando por Sawyer de ‘Perdidos’ como una colegiala. Esa mezcla perfecta entre estar entre “los buenos” sin renunciar a su actitud chulesca, sus comentarios afilados y la no necesidad de ser bueno, justo y cumplir con lo que se esperaría del héroe protagonista. Ay, Vegeta… Qué pelazo.
Alicia P. Ferreirós
Gady de 'Chip y Chop: Guardianes rescatadores' (1988 - 1990)
Podría haber elegido a Nala de El rey león (1994), pero uno de mis primeros 'cuelgues' pertenecientes al mundo animado cuando era pequeño fue Gadget Hackwrench/Gady, la adorable rata hembra de Chip y Chop: Guardianes rescatadores. Después, cuando pasaron los años, me di cuenta de que la piloto, mecánica e inventora era en realidad el cerebro del grupo. Hablaba rapidísimo, dejaba a todos boquiabiertos con su resolución e inteligencia y al mismo tiempo era tan 'dorky' que no percibía que Chip y Chop competían por su atención todo el rato. Esas enormes orejas, esa simpática naricita, esos ojos azules, esas gafas moradas a juego con su mono... Ayyyyyy.
Santiago Gimeno
Detective Conan de 'Detective Conan' (1996 - actualmente)
De niña, aquella tierna etapa en la que prácticamente no tenía obligaciones y podía campar a mis anchas por la casa, recuerdo pasarme las mañanas de los fines de semana pegada frente a la pantalla de Cartoon Network junto a mi hermano. Así, de entre la abrumadora cantidad de títulos que ofrecía el canal, yo estaba enganchadísima a Detective Conan, cuya historia me tenía maravillada. Un joven detective en el cuerpo de un niño que podía resolver cualquier caso. Aunque quizás ahora no los recuerde con claridad, por aquel entonces podía verme cualquier episodio suyo sin pestañear, y es que ese pequeño genio se convirtió, irremediablemente, en mi primer 'crush'. Quizás no sea mala hora para darle otra oportunidad a la serie…
Marta Romero
Peter Parker de 'Spider-Man' (1994-1998)
Mi primer 'crush' de animación fue el Peter Parker de la serie Spider-Man de los años 90. Guapo, divertido y con pelazo. Volvía a casa del colegio y lo primero que hacía era poner Antena 3 para no perderme la intro -cómo me gustaba esa música- y ver al superhéroe ponerse el traje para enfrentarse a Kingpin, Duende Verde o Venom. Quién hubiese sido Mary Jane...
Andrea Zamora
Benji de 'Campeones: Oliver y Benji' (1983 - 1986)
Sí, lo reconozco. Yo también me quedaba paralizada mirando a esa pelota eterna que tardaba un capítulo en cruzar el terreno de juego. Y cómo no, con esa melodía: “allá van con el balón en los pies”... ¿A qué ahora no te la puedes quitar de la cabeza? Pero sobre todo estaba enganchada a Benji, sí, siempre he ido un poco a contrarcorirente y si a todos les gustaba Oliver, pues a mí Benji con sus maneras rudas y su entrecejo permanentemente fruncido.
Lourdes De Paredes
Roxanne de 'Goofy e hijo'
Siempre me ha llamado la atención lo poco valorada que está Goofy e hijo. Porque sí, es una historia formidable sobre la paternidad, tiene una gran banda sonora y… a quién quiero engañar, sobre todo tiene a Roxanne. La chica de la que Max está enamorado, y que me también me enamoró a mí. Su melena pelirroja, su eterna pose con un libro en las manos y sonriendo radiantemente por cada idiotez que hacía Max para impresionarla me obsesionaron desde una edad muy temprana, y a día de hoy me sigue sorprendiendo cómo los animadores de Disney (con el insultantemente guapo Simba a la cabeza) conseguían darle semejante atractivo sexual a lo que en esencia eran… perros. O algo así, nunca tuve muy clara la especie de Goofy y los suyos.
Alberto Corona