El mundo del cine y las series es inabarcable. No existe cinéfilo ni seriéfilo que haya visto todas las películas y ficciones televisivas que se han estrenado en la historia. Mucho menos si tenemos en cuenta las decenas de productos que llegan cada fin de semana a las plataformas de 'streaming'. Aunque este no es el único factor que imposibilita que nadie tenga el récord mundial en haber visto cada producción audiovisual existente. ¿Alguna vez te has parado a pensar en lo que consumes en la comodidad de tu casa? ¿Qué ves esos domingos de 'peli y manta'? En SensaCine no podemos evitar disfrutar con los 12 placeres culpables que encontrarás bajo estas líneas.
Absolutamente todo el mundo tiene en su larga lista de películas y series vistas una que se repite sin cesar. Esa que verías en cualquier momento y que te alegra los días tristes, los días raros, los días más aburridos e, incluso, un día normal. El anime Nyan Koi!, la musical Lizzie Superstar, la veraniega Pacific Blue o la increíble Piraña 3D son algunos ejemplos de vicios que no nos podemos sacar de la cabeza. Queremos volver a verla. Otra vez. Y otra. Y otra. Por favor, que nunca desaparezcan.
'EL ROBOBO DE LA JOJOYA' (1991)
Martes y trece eran los humoristas de moda en España a finales de los 80 y principios de los 90. En mi casa estábamos todos los años esperando con ansia sus especiales de Nochevieja, emitidos en Televisión española (qué mítico aquel 'scketch' de Encarna Sánchez y la empanadilla de Móstoles). Por todo ello, cuando dieron el salto al cine no podía perderme semejante acontecimiento. Y éste vino de la mano del inefable Álvaro Saenz de Heredia (responsable también de Aquí llega Condemor: El pecador de la pradera y su secuela) con Aquí huele a muerto (¡Pues yo no he sido!) la cual recuerdo haber visto en un cine de verano de San Juan, provincia de Alicante. Pero, sin embargo, la siguiente película del dúo sería la que se convertiría en uno de mis mayores placeres culpables: El robobo de la jojoya (de nuevo a las órdenes del realizador madrileño).
Aquella historia de dos torpes ladrones que son acusados y encarcelados por un delito que no cometieron, me parecía tan tronchante que soy incapaz de recordar la cantidad de veces con las que condené a su visionado a mis padres, familiares y amigos. Sólo la escena del juicio en la que Josema Yuste y Millán Salcedo encarnan a varios personajes (secundados por una joven Anabel Alonso), ya me parece historia del cine-caspa patrio. Con el paso de los años, mi fascinación por esta terrible producción, no sólo no decreció sino que llegué a comprarme la edición en DVD de la misma (lanzada al mercado a caballo de una colección doméstica que contenía sus mejores momentos en televisión), la cual guardo con recelo en la estantería de mi habitación.
Tomás Andrés Guerrero
'MINICASAS DE ENSUEÑO', 'CASAS ALUCINANTES' Y TODOS LOS DOCUMENTALES DE CASAS DE NETFLIX
Hola, soy Sara Heredia y soy 'realityhólica'. Lo reconozco. En alguna de estas tardes tontas de invierno en las que he pasado horas pegada al catálogo de Netflix he estado a punto de vender todas mis pertenencias para vivir en 20m² alejada del mundo. Hablan mucho de las expectativas que generan las películas románticas, pero los afectados por esas series de patios interminables, habitaciones con grandes ventanales y sistemas de almacenamiento escondidos también tenemos un problema para aceptar la realidad. ¡Ya está bien de prometernos una vida de color de rosa en versión miniatura!
Sara Heredia
'PACIFIC BLUE' (1996-2000)
Viajemos hasta los años 90, un momento en el que el concepto 'guilty pleasure' aún no estaba acuñado en redes sociales. Por algún motivo, a los responsables de las televisiones estadounidenses les apeteció crear un género: agentes de la ley que salvaban el mundo. Los vigilantes de la playa inauguraba ese concepto con socorristas que más que ayudar a los bañistas protegían la ciudad de los villanos más peligrosos. Pacific Blue seguía esta línea con policías en bicicleta que recorrían los paseos marítimos de Santa Mónica para defender las calles, pero poco a poco comprobamos que dicho lugar tenía más criminales que ninguna otro. Es más, a medida que avanzaba la serie intentaban mantener la historia con un caso por episodio, pero iban creando arcos argumentales más amplios con villanos aparentemente inmortales. Eso sí, el cambio del reparto ya en la cuarta temporada con la llegada de los policías novatos, perjudicó mucho a las historias porque la familia que formaban T.C., Cory, Chris, Victor y Anthony era única.
Cristina Vega Garrandés
'DIVORCE' (2016)
Divorce o todo lo que lleve el nombre de Sarah Jessica Parker en los créditos. Me lo veo todo, y, casualmente, la mayor parte de las películas/series que protagoniza son un placer culpable en mayúsculas. He estado haciendo un sincero ejercicio de introspección conmigo misma en busca de una explicación a esta conducta, y creo haber encontrado la respuesta. Empecemos por el principio: soy una fan devota de Sexo en Nueva York. Recuerdo quedarme hasta horas intempestivas viendo la serie entre semana, a pesar de tener que madrugar al día siguiente, cuando la emitían en Antena 3 a eso de la 1.30h de la madrugada. Como es lógico, si anteponía las andanzas de Carrie Bradshaw y compañía a mis horas de sueño y salud, todo lo demás se entiende mejor.
Vistas en cine el día del estreno todas las películas posteriores basadas en la serie y, ahora, enganchada a Divorce (HBO), que además de estar protagonizada por mi 'amada líder', también produce (y se nota). Entre Sex and the City y Divorce ha protagonizado o co-protagonizado un sinfín de películas como La Joya de la familia, Qué fue de los Morgan, Tentación en Manhattan, Smart People, Novia por contrato o Noche de fin de año. Todas ellas han pasado por mi retina. ¿Que une a todas estas cintas que no pasarán a la historia del cine? Todas ellas son comedias románticas, nicho del que SJP no sale, y su presencia. Ella siempre es esa chica mona, recatada, divertida, que viste de maravilla y es excesivamente expresiva. Así son sus protagonistas, ya sea una madre divorciada o una joven escritora con ganas de comerse el mundo. Ella siempre es Carrie Bradshaw, porque Carrie Bradshaw es Sarah Jessica Parker. A mí me encanta Carrie, por lo tanto, a mí me encanta Sarah Jessica, ¿a que ahora se entiende todo mucho mejor?
Lourdes De Paredes
'LA REINA DEL FLOW' (2018)
Me he enganchado a una telenovela. La reina del flow, la cual puedes encontrar en Netflix, se ha convertido en mi perdición -y placer culpable- estos últimos días, y todavía sigo sin comprender cuándo, cómo, ni por qué ha pasado. Tampoco es que la trama suponga una novedad y, obviamente, muchas de las cosas que pasan te las puedes esperar, al igual que en cualquier culebrón que se precie. Pero, oye, que ahí estoy, enganchada sin remedio a la historia de Tammy Andrade / Yeimi Montaya (Carolina Ramírez) que, todo sea dicho, me parece un personaje muy potente. Esta serie te vale casi para cualquier situación: para cuando llegas a casa totalmente agotada, para tener de fondo mientras haces cualquier otra cosa, para que tu cerebro deje de darle vueltas a cualquier asunto… De hecho, de tanto verla, creo que yo ya he empezado a hablar con su acento y a incorporar alguna que otra muletilla. Incluso, me he sorprendido a mí misma canturreando alguna de sus canciones "reggaetoneras". Ayuda, por favor.
Marta A. Romero
'LIZZIE SUPERSTAR' (2003)
Mi placer culpable es Lizzie Superstar. Ya está. Ya lo he dicho. No ha pasado nada, ¿verdad? El salto al cine de Lizzie McGuire, la serie de Disney Channel protagonizada por Hilary Duff que significaba "verano" cuando era pequeña, estaba en la televisión de mi casa en bucle continuo. Ya sabes, por eso de buscar la catarsis de las pasiones adolescentes. Y, ahora, quizá por mi intento de convertirme en una adulta Andersosiana, a veces vuelvo a ver algunos de sus momentazos: su 'opening', la visita por Italia de la protagonista en Vespa, el ensayo junto a Paolo y, por supuesto, el número musical final entre Lizzie e Isabella de 'What Dreams Are Made Of'. En serio, para mí es más difícil quitarme de la cabeza ese estribillo que el de 'Baby Shark'.
Andrea Zamora
'CAMP ROCK' (2008)
De Lizzie Superstar a Hannah Montana. La película pasando por todos los musicales que ha rodado Disney Channel. Pero si hay una en concreto que cuando la veo no puedo dejar de cantar esa es Camp Rock. La película protagonizada por los Jonas Brothers y Demi Lovato es mi debilidad. Mentiría si no digo que la he buscado en más de una plataforma de 'streaming' una tarde de domingo y me he decepcionado al no encontrarla. 'This is me' y 'Gotta find you' deberían sonar en los títulos de crédito de cada película y en todos los anuncios de la televisión si me apuras. Exageración. Con pasar esa hora y media en ese campamento de verano tan divertido y 'bailongo' me conformo.
Georgina Izuzquiza
'NYAN KOI!' (2009)
Este anime, al que llegué por pura casualidad, puede considerarse fácilmente como mi ‘guilty pleasure’. Tan solo decir que me conquistó con la premisa de que se trata de una serie de animación con gatos parlantes y que solo consta de una temporada de 12 episodios. Que perteneciese al género Shonen y que tuviese cosas que chirriasen en muchos aspectos, las iba poco a poco asimilando. Pero lo dicho, tenía gatos que hablaban con el protagonista, el mismo que tenía que ayudar a 100 de ellos si no quisiese convertirse en uno tras romper una estatua sagrada con forma de gato, y todo esto siendo alérgico a ellos. Además, tengo otro en la lista sobre un gato que también habla: 'My roommate is a Cat' y éste último creo que puede llegar a gustarme más.
Custodio Guerrero
'SHADOWHUNTERS' (2016 - 2019)
Las series 'teen' por mucho que lo intentemos evitar enganchan y Shadowhunters, como buena serie adolescente, también. A pesar de que no son estrictamente fieles a los libros, la ficción tiene infinitas tramas enrevesadas (con personajes planos, no lo voy a negar) que me mantienen pegada a la pantalla. Sólo la 'aesthetic' de Crepúsculo y Embrujadas que tiene Shadowhunters ya hace que todos los demás defectos pasen desapercibidos. Además, cualquier serie que tenga un personaje como Magnus debería ser vista, por no mencionar la calidad de vida que se gana viendo a Lilly Collins como Clary.
Marta González
'PIRAÑA 3D' (2010) Y 'PIRAÑA 3D 2' (2012)
De culpable tiene poco, para qué nos vamos a engañar. Pero bueno, supongo que tanto Piraña 3D como su secuela Piraña 3D 2, pueden considerarse ‘guilty pleasure’ a pesar de cumplir de sobra con las expectativas de los amantes de ese subgénero del terror en el que uno (o varios) aterrador(es) bichos atacan a diestro y siniestro a todo aquel que se cruza en su camino. Piraña 3D pasa de mezclar especies, como Zombeavers (Castores zombies) o Sharktopus, y se decanta por dar una vuelta de tuerca al sangriento pececillo de la película de 1978 de la que se considera 'reboot' convirtiéndolo en una especie milenaria de pirañas que se creían extintas pero que en realidad habían estado viviendo (y creciendo) bajo el suelo del largo en el que transcurre la acción. Cuando un pequeño temblor produce algunas grietas, las pirañas salen a la superficie y la carnicería que tiene lugar en la fiesta veraniega y repleta de tópicos adolescentes para la que se preparan los protagonistas al comienzo de la película no tiene precio. En general, la película está llena de clichés y estereotipos de género, pero hace muy bien su papel en lo que se espera de ella: mucha sangre, vísceras, creativas muertes y grandes dosis de humor que probablemente no sean del gusto de todos los públicos. Mención aparte para la presencia de Christopher Lloyd en la piel del biólogo marino que se da cuenta de la problemática y que de alguna manera nos recuerda a su mítico papel de Doc en regreso al futuro, y para la colaboración de David Hasselhoff interpretándose a sí mismo en la segunda parte, que es mucho más mala y transcurre con bastante poco sentido en un parque acuático. A mí me gustan, qué se le va a hacer.
Alicia P. Ferreirós
'ISI/DISI: ALTO VOLTAJE' (2006)
"Miguel Ríos decía que los viejos rockeros nunca mueren, y los Rata Muerta lo tenemos claro, cascar es chungo". Con esta filosofía de vida los heavys más bestias de Leganés revientan un mausoleo a golpe de cañón, al más puro estilo AC/DC, siendo el primero de muchos homenajes a la cultura rock que hacen en esta segunda parte. Isi/Disi representa el humor más rancio, el cual a día de hoy no me gustaría encontrarme en una sala de cine, pero como rockero que soy, al igual que los protagonistas, el metal corre por mis venas y no puedo evitar disfrutar de una película que recopila todos los clichés de esta tribu urbana y que me trae recuerdos como mi primer festival de música. El Sevilla, drogas, canciones sobre atropellar viejas, peleas con pijos, rock 'n' roll y Pilar Rubio disfrazada como si fuera Ciber Celia…
Todo esto bajo un único objetivo, salvar la Campana del Infierno, el corazón del metal de Madrid. Es horrible, pero es mi comedia española favorita, y al que no le guste "¿tú qué pasa qué te gusta Sabina o qué tronco?".
Félix Colmenar
'DC'S LEGENDS OF TOMORROW' (2016 - ACTUALIDAD)
Después de una primera temporada tediosa y fallida, con un villano mediocre -no sé a quién le gustaría el Vandal Savage de Casper Crump- y unos personajes que apenas se parecían a los originales de los cómics -sí, me refiero a Hawkman y Hawkgirl-, perdí toda esperanza con DC's Legends of Tomorrow. Pero rectificar es de sabios. ¿Por qué ahora mismo supera en calidad a las principales series del ‘Arrowverso’ (Arrow, The Flash y Supergirl)? ¡Porque no se toma en serio en absoluto y porque reformula constantemente los límites del término ‘wacky’ (extravagante, absurdo, chiflado, raro)!
Cuando digo 'wacky', me quedo corto. Prepárate para encontrarte en sus episodios -67, de momento, a la espera de una quinta temporada que llegará a la cadena CW a principios de 2020- con lanzas del destino, sangre de Jesucristo, aberraciones y anacronismos temporales. Pero también con alienígenas, con figuras reales como Al Capone, George Lucas y Julio César y hasta con una III Guerra Mundial.
También hay cabida para osos de peluche gigantes que combaten poderosos demonios, libros mágicos que hacen realidad tus sueños (incluidos los eróticos), unicornios, minotauros, dragones e incluso marionetas parlanchinas con tendencias asesinas. ¡Pero si en esta (maravillosa) cuarta entrega hemos presenciado una sugerente danza coreografiada al estilo Bollywood y todo por culpa de las cenizas de un dios hindú, Kamadeva, que borraba a Jane Austen de la historia! Y, encima, Legends se ha convertido en el título de superhéroes con mayor diversidad de la industria. Placer, sí. Culpable, nunca.
Santiago Gimeno